miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cristo es mi paz

Salmo 4.8: En paz me acostare y asimismo dormiré porque tú Señor me haces vivir confiado.


Que hermosa porción que a mi vida y a la vida de muchos hijos de Dios, estoy convencida ha sostenido. Sin embargo que ha pasado con el sueño, el dormir en paz si por los médicos y farmacias desfilan hijos del Señor tratando de calmar su ansiedad y angustia.

Es que hasta el más fiel tiene momentos de duda que le quitan el sueño y vemos a Abraham y Sara con un hijo fuera de la promesa, a Moisés golpeando la roca, a Juan el Bautista preguntando si era o no Jesús el Mesías que había profetizado, reconocido y bautizado en el Jordán, aún viendo abrir los cielos y descender el Espíritu Santo sobre Jesús y oír la voz majestuosa del Padre diciendo: Este es mi hijo amado, en el que tengo contentamiento. ¡Sanntoo!

¿Cómo los hijos de Dios se olvidan tan pronto de esos momentos de relación e intimidad con el Dios Eterno y cualquier inmunducho lo hace temblar y dudar hasta perder el sueño?

Siempre, siempre la carne nos hace fallar.

Bendito sea Jesús, que no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse porque la obra que empezó en nosotros la va a terminar, hoy la está perfeccionando y ese es el sufrir, pero el cumplimiento de sus promesas está muy cerca y el cumplimiento de Su Palabra nos hará acostar y dormir en paz. Aleluya.

lunes, 13 de diciembre de 2010

NO ESTIEMPO DE VOLVER ATRÁS

Hace unos días asistí a una invitación que me hiciera un hermano a un hotel de esos hermosos que hay en Guatemala. En uno de sus jardines se realizaba el culto al Señor bajo una catarata, eso era delicioso. Luego pasamos al salón para la cena. En el fondo una gran orquesta que me sorprendía no saber de ella, de repente suenan las trompetas, platos, tambores y el mundo se plantó en aquel salón. Todos bailaban, reían, coqueteaban y más.

Yo había olvidado que la esposa y las hijas no eran cristianas, ¿pero los demás que eran?

Estuve el tiempo prudencia y cuando iba de regreso pensaba con pena cuán sutil y fácil es volver atrás. ¿Qué pasa, por qué el mundo es tan atractivo? Entonces pensé en el pueblo antiguo; ¿por qué suspirar por el pecado y volver a él?.

El pueblo de hoy como el de ayer vive una gran frustración. Son muchos, pero muchos los hijos de Dios que están en las congregaciones pero su corazón está abatido, cansado, desconsolado, sin fe y temen no poder seguir caminando en el Reino de Dios.

Las promesas del Señor dónde están; las dificultades familiares, laborales, congregacionales se han multiplicado y los problemas son mayores que en Egipto y de una u otra manera están coqueteando con el mundo.

¡Cuidado! No vivas más solo con tu frustración. A tu lado aún está Jesús y está dispuesto a escucharte. No importa cuál sea hoy tu condición, háblale de tu cansancio, temores y dudas, de lo difícil que te resulta ver la prosperidad de los malos mientras tú recibes vergüenza tras vergüenza, al confesar sus promesas y no te llegan.

Jesús te conoce en todo y no te acusa y sería muy triste que en silencio dieras la vuelta suponiendo que Jesús no te escucha o te castigara por tu confusión. Hoy más que nunca El Espíritu Santo ha anunciado que es el tiempo del cumplimiento de promesas, tiempo de honra para aquellos que han sido burla por esperar en El. Jesús no es hombre para mentir y adereza mesa en presencia de tus angustiadores.

Jesucristo espera que le hables con sinceridad, no importa si entre lágrimas y dolor; El es tu amigo fiel, el que ha entregado todo para que a ti no te falte nada. No dudes más de Su Palabra.

Háblale y él te responderá. No es tiempo de volver atrás.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

LA CORRIENTE DEL ESPÍRITU SANTO

Muchas veces hemos escuchado el consejo de algunos pastores que enseñan la necesidad de respetar los diferentes mensajes de pastores y no digamos, sus ministerios, pues el respetar sus unciones nos permite recibir y disfrutar lo que el Señor les ha dado.

Desafortunadamente hay muchas personas estancadas a causa de no dejarse llevar por el río del Espíritu Santo, por no recibir las revelaciones nuevas dadas a sus siervos.

Esto provoca tristeza, frustración y hasta caída de muchos hijos del Señor pues a su alrededor ve cómo muchos de sus hermanos prosperan, caminan como la luz de la aurora y ellos con las mismas necesidades de hace mucho tiempo atrás.

El saber posicionarse en el fluir del río del Espíritu Santo a través de los diferentes ministerios trae a la vida maravillosas consecuencias.

Dios nos ha prometido que el caminar del justo es como la luz de la aurora que va en aumento… y que la obra que él empezó en nosotros la terminará. (Filipenses 1.6) pero en ese caminar del justo como en el terminar su obra vamos a vivir un proceso y un desarrollo en donde lo que nos corresponde hacer es renovar nuestro entendimiento para estar aptos para que Dios nos pueda meter en el fluir del río de Su Espíritu y veamos y vean los demás que nuestra vida espiritual y material va en aumento, que se va perfeccionando hasta que El concluya Su obra en nosotros.

No podemos seguir criticando, menospreciando o rechazando las emociones que nos permiten vivir las diferentes temporadas que nos sacan del estancamiento metiéndonos en el fluir del río del Espíritu Santo.

Ya no es posible seguir viviendo como viven los que no conocen a Jesús o aún en peores condiciones por no dejarnos meter en Su río, en Su corriente.

El Señor nos ha anunciado que vienen tiempos mejores para sus hijos, pero si no vas en Su fluir, en Su río quedarás sin vivir Sus promesas.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Dios no hace acepción de personas


Platicando hace algunos días con varios hermanos jóvenes y maduros en la fe; hablábamos sobre los temores que experimentamos en el momento de ministrar la Palabra del Señor y de las dudas que surgen sobre cómo lo hicimos, si lo van a recibir o no aquellos que escuchan o leen el mensaje.  Vino a mi mente aquella poción  en 2º Reyes 5 que habla de Naamán, jefe de ejército muy estimado y favorecido por el Rey de Siria, pero tenía lepra.

Dice la Biblia que una niña que era su esclava le sugiere que visite al profeta Eliseo pues, ella lo conocía y tenía la certeza que lo podía sanar.  Naamán obedeció y fue a buscarlo. Al estar frente a la casa de Eliseo, Naamán con su carro y sus caballos esperaba ser atendido por el profeta pero este envía a su sirviente, quien traslada el mensaje de que fuera y se lavara siente veces en Río Jordán y su cuerpo quedaría limpio de lepra.

Naamán se enfureció. El se sentía tan importante y cómo era que el profeta no lo había atendido y luego todavía le indicaba que se metiera en el río sucio y siete veces, cuando había otros ríos hermosos y para su condición de jefe de ejército.

Naamán se fue de allí pero sus criados lo animaron a obedecer y ciertamente, después de sumergirse siete veces en ese río sucio del Jordán, fue limpio de la lepra. Naamán quiso recompensar a Eliseo pero éste no quiso recibir nada, lo que provocó la gratitud de Naamán hacia Dios prometiendo nunca más adorar a otros dioses sino solo al que lo sanó.

Es muy importante notar que Dios va a hacer llegar su Palabra por cualquier medio y tanto el que predica como quien escucha jamás puede ni debe cuestionar la Palabra de Dios porque si una porción no encuentra acomodo en tu corazón lo hará en otro.

Dios no hace acepción de personas ni para recibir Su Palabra ni para predicarla. Tu milagro depende de tu fe y tu humildad para recibir su Palabra.

Jesús sacia tu hambre


Muchos hijos de Dios desde hace algunos años viven en conflicto en su alma. Resulta que fueron enseñados en tiempos pasados que el hijo de Dios no tenía derecho de pedir nada al Padre y que sólo debería esperar lo que El quisiera dar (como limosna) pues era un pecador indigno.

Por otro lado se escucha en este tiempo a siervos del Señor que hablan de pedir al Padre todo lo que haga falta y de cómo El concederá los deseos, anhelos y sueños de nuestro corazón; y han pasado los años y el corazón del hijo de Dios está triste, frustrado, desesperanzado..pues mira lo que Jesús dice en Marcos 8.1-9 (lee)  Que bueno que Jesucristo es el mismo de ayer, hoy y por los siglos, y aquella compasión que sintió por aquellos que los seguían por hambre espiritual, es la misma que siente por ti y por mi hoy.

¿Hace cuánto caminas con Jesús? ¿Hace cuánto que lo escuchas? Pero, ¿Hace cuánto que  tienes hambre? ¿Hace cuánto que estás en pobreza y escasez? Jesús dijo y dice… Tengo compasión de la gente porque ya hace tres días que están conmigo y no tienen que comer.

Seguramente Jesús los veía llenos de Su Palabra, con rostros resplandecientes ante su presencia, llenos de ilusión y expectativa pero, como El es perfecto, no podía ignorar que tenían hambre y sed pues en aquellas tierras desérticas no podían conseguir ni agua ni comida;  como hoy solo Jesús tenía la salida; llamó a sus discípulos para saber con qué contaban pues Jesús siempre nos va a preparar y multiplicar de lo que tenemos, no importa lo que sea, eso será el punto de partida del Señor pues siempre tenemos algo, sólo queda ponerlo delante de El. (Marcos 8.5), y tenían 7 panes y 7 peces.

Esta enseñanza es una de las que nos permiten conocer el deseo de Jesús. El desea que seamos prosperados en TODO para que no desmayemos en nuestro caminar junto a El. (Marcos 8.3) y responde a nuestras necesidades y deseos.

No es casualidad que fueran siete panes y siete peces. Justamente son siente los días de la semana y así nos profetiza que El está dispuesto a saciarnos cada día de la semana así en el espíritu, en el cuerpo y en el alma, solo hay que permanecer junto a El.

Dios nos hizo tripartitos y nunca descuidaría ninguna de las partes de nuestro ser. Podemos desmayar si no tenemos Su respuesta por eso es que nuestro milagro está cerca.

El es fiel para sostenernos. A El sea la Gloria por los siglos de los siglos, amen.

domingo, 21 de noviembre de 2010

¿Qué tienes en tu mano?


¿Qué tienes en tu mano?

Dios ha prometido que vienen tiempos mejores para sus hijos y por Su Espíritu esta verdad se sella en nuestro espíritu y nos levanta en esperanza y en fe.

Puede ser que en este momento estés pasando el momento más oscuro de tu vida, en medio del frío de la soledad, de lágrimas de tristeza, desesperación e impotencia, de abandono u olvido de todos aquellos a los que has amado y piensas con impaciencia, cuándo, cuándo llegará el cumplimiento de esta promesa.

¿Qué hay en tu vida que Dios no pueda transformar?
Aunque pienses que nadie puede hacer nada, que es muy cierto, Dios está dispuesto a cambiar tus tiempos malos y hará lo imposible para ti.

Ahora reflexiona por un momento y mira ¿Qué tienes en tu mano?
Moisés cuando era perseguido a muerte por el faraón tuvo una vara y con ella abrió el mar y pasó al otro lado sin tener siquiera que pelear contra él.

Abraham solo tenía a Isaac, lo presentó delante de Dios y El lo hizo padre de naciones.

Los discípulos solo contaban con siete panes y siete peces que llevaron delante de Jesús y dieron de comer a una gran multitud.

La viuda con su poco de aceite presentado, recibe vasijas y vasijas de aceite para mucho tiempo.

¿Qué es lo que tienes en tu mano? Por pequeño que te parezca, Jesús lo puede multiplicar y prosperarte.

Una vez yo comprendí esta verdad y en medio de la aflicción Dios me dijo esta frase tan sencilla y yo le respondí: lo único que tengo es mi casa. La presenté delante de El y a los pocos días el Señor me prosperaba a través de e ella y aún me anunciaba que un diamante de grandes dimensiones era esa casa para mi.

Sé que así es y ahora presento ese diamante delante de mi Dios, que es lo que tengo en mis manos y pronto, muy pronto, testificaré de la multiplicación que Dios hizo de lo que tengo en mi mano.

Dios es el mismo ayer, hoy y siempre y si a aquellos les multiplicó lo que tenían en sus manos, lo mismo hará para mi y para ti.

A El sea la Gloria por los Siglos. Amén.

martes, 26 de octubre de 2010

Todavía sigues en la carrera


Pareciera que insistimos en hablar de los momentos difíciles, de prueba que lo s hijos de Dios pasamos y que muchas veces nos hacen detenernos y volver nuestra mirada al pasado para recordar, como David, de los momentos en los cuales Dios nos sacó victoriosos y esto aumenta nuestra fe, la hace madurar y nos alienta a seguir adelante.

Cómo es pues que estamos de pie? Todavía vamos en la carrera de la fe a pesar de que muchas veces hemos desfallecido, desmayado y nos desanimamos en medio de aquel fuego ardiente, de aquella soledad y de la competencia constante que te dice que no llegarás porque hay mejores que tu.

Cómo es que cuando el Hijo de Dios ya no sabe qué más hacer, basta una palabra de Su boca para que nuevos comienzos se abran en tu mente y en el desierto fluyan nuevos manantiales como lo ha prometido.

Allí en tu pequeñez te recuerdo que eres el hijo importante por quien trabaja de día y de noche, que no duerme, ni se adormece el que guarda a Israel. Entonces qué importa lo vivido si su palabra, amor y favor llena nuestro ser; estamos listos para continuar la jornada.

El hijo de Dios aprende a vivir no sólo por los milagros de Dios sino en sus caminos que siempre van a ser como los de los atletas, manteniendo el paso porque ve el galardón que le espera.

El Señor no descansa y cuando ve que bajamos la guardia, prono nos recuerda el galardón y su hermosa voz convincente llena de gozo, de esperanza y fe nuestro corazón y caminar.

La ruta se acorta, el aliento aumenta, el paso se acelera, los rivales se ignoran y es que todavía vamos en la carrera de la fe y si Dios nos habló, no dudemos, pues a unos pasos más está el galardón esperado.

domingo, 3 de octubre de 2010

Cree Su Palabra


Muchas veces cuando escuchamos la Palabra del Señor nos asusta porque es tan grande para nosotros que nos resulta difícil de creer poder cumplirla y peor aún alcanzarla.

Nuestra mente inmediatamente se pone a trabajar sobre cómo, cuándo, dónde, con qué y quiénes y al no tener respuesta inmediata, el alma se desanima y de una vez decide que esa porción no es para ella. Lo terrible es que eso sucede constantemente y aquel que no come, que no se alimenta pronto se debilita.

Es muy difícil tener un crecimiento espiritual si por duda o por temor nos negamos constantemente a recibir la Palabra de Dios.  La falta de crecimiento impedirá tener una relación íntima con El y tener la maravillosa experiencia de saber que es El Señor quien realmente habla pues puedes escuchar su dulce voz para confirmar lo que te ha prometido.

Hace unos días mi pastor compartía con nosotros la Palabra Profética que El Señor le daba para el mes y cuando dijo que era el mes para dar, yo dije confundida ¿Dar?, si siempre doy y, a dónde, a quiénes, lo de siempre…y solo la recibí con un amén.

Pasaron los días y no sabía qué hacer pero de repente, me vi comprometida para dar una gran cena a un grupo de personas que ni conocía y a los pocos días unas piñatas y refrigerio para 200 niños, ¡Que maravilla!, es que Jesús nos endereza la plana, nos abre caminos y las oportunidades para el cumplimiento de Su Palabra.

Indiscutiblemente no me di cuenta hasta que ya me había comprometido, entonces me regocijé pues supe que basta con que creamos Su Palabra y El, que es fiel, hará todo para que se cumpla en nosotros.

El Señor no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirse. Lo que promete cumple.

Trabajé e invertí, es cierto, pero ahora también recibo la Palabra Profética para este mes de octubre: Así dice el Señor: Comerás y te sobrará!. Aleluya.

Todo tiene su tiempo (levántate y recibe)


Al leer la porción que aparece en la página: "Más tú sigue hasta el fin, descansarás y te levantarás para recibir tu herencia ahora, y serás bendecido hasta el fin de los días.." alimenta mi fe porque al igual que tú, estoy esperando en el fruto de mis siembras y sé muy bien que sólo una palabra del Señor basta para que todo sea hecho.

Inmediatamente noté dos posturas externas en esta porción: descansar y levantar. Entonces me trasladé a Eclesiastés 3.1-9 donde El Señor nos habla  y nos marca solo extremos bajo los cuales parece que tenemos que aprender a vivir. Puede ser que a causa de que el hombre es muy fácil de acomodarse, el Señor lo sacude constantemente obligándolo a pasar de un extremo a otro.

Sin embargo, en medio de esos extremos siempre vamos a notar que hay promesa de Dios: Mientras la tierra permanezca, no cesarán la sementera y la siega, es decir que para poder vivir una buena época (la siega), es necesario que como toda semilla pasemos momentos de frío y de calor, de verano e invierno, de día y de noche, como concluye Génesis 8.22 y además promete dar semilla al que siembra y coseche en medio de momentos extremos para que el hombre no se desanime ni desmaye.

Es necesario que de una vez por todas entendamos que la vida pone delante de nosotros toda clase de circunstancias extremas y Dios que nos conoce nos ayudará a pasar de una a otra, dejándonos una gran enseñanza y la oportunidad de cosechar de acuerdo a lo que sembramos.

No importa el tiempo que estés viviendo. Dios te trasladará al extremo y recibirás lo anhelado. Descansa porque viene el tiempo de levantarte y recibir.

martes, 27 de julio de 2010

La obediencia te lleva al éxito


¿Alguna vez te pusiste a pensar por qué no te salían bien las cosas? Y en lo que menos pensaste es que había una actitud en tu vida de desobediencia ya sea a tus padres, autoridades, etc. El principio de la obediencia es vital en nuestra vida porque de ello depende nuestro éxito o fracaso.

Las consecuencias de ser obediente son: Una vida llena de paz, gozo y prosperidad en tu vida. Quiere decir que tendrás el favor de Dios en todos los actos en tu vida. Por otro lado, las consecuencias de ser desobediente son: una vida llena de problemas, insatisfacción, enfermedad y escasez.

El obedecer me lleva a buscar no mis intereses sino los intereses de los demás, esto quiere decir que cuando yo obedezco estoy reconociendo que hay alguien sobre mi, que yo no tengo la última palabra, sino dependo de lo que mi autoridad me dice en cualquier etapa de mi vida como hijo, trabajador o miembro de alguna organización, etc.

Esta fue la actitud que tuvo Jesucristo en su vida y por esta razón todo lo que él hacía le iba bien, entonces yo también debo hacer lo mismo para que me vaya bien en todas las cosas. La Palabra de Dios nos dice que Jesucristo se despojó asimismo y tomó forma de siervo haciéndose igual al hombre y siendo hombre se humilló asimismo haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz, esto lo exaltó hasta lo sumo y le dio un nombre que es sobre todo nombre, esto tiene que impactar de alguna forma nuestras vidas porque si queremos ser alguien en la vida, tenemos que empezar a humillarnos, a ser obedientes, alejando de nosotros todo orgullo y prepotencia.

El humillarse no es estar debajo de los pies de otra persona para que nos pisoteen, la humillación nace en el corazón. Nos humillamos porque amamos y obedecemos porque amamos; solo los que obedecen podrán sostener el éxito en sus vidas y se cumplirá lo que dice aquel verso que tanto me gusta a mi. “Y todas estas bendiciones vendrán sobre mi y me alcanzarán y harán próspero mi camino”.

Si las cosas no están saliendo como tú quieres, examina tu corazón, quizá no estás obedeciendo lo suficiente para que todo te salga bien. Aprendamos de Jesús, obedecía y todo le salía bien.

Hoy te animamos a que entres a esta dimensión de la obediencia, deja a un lado todo argumento  y entra a vivir en el Poder de la obediencia para que todo te vaya bien, recuerda, la cruz te hace obediente.

viernes, 11 de junio de 2010

Hombres de Valor

Entre las crisis que vive la sociedad es justamente la crisis social. Miles de mujeres sufren la opresión no solo de esposos, amantes, sino de jóvenes rebeldes y resentidos sociales que les han llevado hasta la muerte.

Por años Satanás ha trabajado para destruir a los hombres pues Dios los ha escogido para ser cabeza y no cola, cabeza de una familia y unido Satanás al mundo los han engañado haciéndoles creer que poderoso es el hombre que se deleita en la multitud de bienes materiales, vicios, rameras, prostitutas y que en eso está su grandeza y el hombre se ha olvidado de Dios.

Lo que ha hecho colapsar a la sociedad ha sido la falta de hombres que cumplan con la misión en el papel que El Señor les ha asignado. Por esto las mujeres se han visto en la necesidad de levantarse a llenar un espacio y con miles de esfuerzos luchan por que su barca no se hunda y por eso Satanás y sus lacayos la han emprendido en contra de ellas.

Es pues clave importante transformar el corazón de piedra del hombre y su entendimiento que entienda que Dios dice en el Salmo 1 …Bienaventurado es el hombre que no se sienta en mesa de escarnecedores, que poderoso es el hombre que establece una familia porque con esto transforma sociedades y naciones. (Salmo 112)

El hombre que es capaz de respetar y honrar a Dios con su vida, Dios se encargará de corresponderle de la misma manera. Si el hombre pone a Dios como el primero de la lista de sus pensamientos, El Señor lo pondrá de primero en la lista de respuestas. Dios es fiel.

Es tiempo que la Ley de Dios, la Ley del Espíritu sujete y anule a la Ley de los miembros que nos invita al pecado. (Romanos 8) Ya es tiempo de dejar la vida loca para que no suceda lo que a Sansón. La vida loca de este varón lo hizo caer en esclavitud de los filisteos, ceguera total y esto por supuesto lo condujo a la muerte.

El hombre que se deleita en la Ley de Dios todo lo que hace prosperará y será como árbol junto al río, su hoja no se secará. Sujeta tus miembros y pensamientos a la autoridad de Cristo y llévalos cautivos a la obediencia de El y El enderezará tus caminos. Dios necesita hombres de Valor.

martes, 25 de mayo de 2010

Dios crea tus bendiciones


Las escrituras tienen apuntado que nuestro Padre conoce nuestras necesidades y que antes que se las presentemos El ya las sabe. (Mateo 6.8)  También dice que El Señor concederá las peticiones de nuestro corazón conforme a sus riquezas en Gloria (Filipenses 4.19)

Por qué entonces conformarte con migajas en medio de escasez, y necesidades y peor aún, no atreverse a soñar cuando su promesa es de suplir todo lo que nos haga falta.

Por qué dejar a Dios dormido en nuestra barca. El se complace al oír tus palabras de fe y se pone a trabajar a tu favor. Talvez al levantarte o al acostarte ves a tu alrededor y parece ya todo está hecho por Dios; el sol sale y se oculta, la luna brilla de noche, el mar siempre visita la playa, la lluvia moja la tierra, el árbol da fruto y luego bota su hoja, el cielo siempre está sobre tu cabeza, unos nacen y otros mueren; ¿qué nuevo creó Dios cada mañana pues El no deja de crear?

¿Has pensado alguna vez que tú eres la razón de los pensamientos de Dios, que te piensa de día y de noche, que sus ojos siempre los tiene sobre ti y que tus necesidades, sueños, anhelos o deseos ocupan su tiempo? El se deleita en resolver tus inquietudes y en que busques su auxilio porque crea las respuestas que esperas para suplir todo lo que nos haga falta.

Somos lo mas amado y precioso para Dios; lo más importante de su creación. El se deleita en ti y en mí. Si ayer te olvidaste de hacerlo partícipe de tus planes, pensamientos, emociones y sueños, hoy es un buen día para recordar que El está esperando que levantes tu voz, manos y ojos hacia El para derramar sobre tu vida la lluvia de respuesta que ha preparado en las que ha trabajado con el gozo de bendecirte.

Una vez más te dice el Señor, no más tristeza ni dolor, ahora llorarás de gratitud y gozo pues tu Dios, en el que has creído y al que le has confiado tus necesidades y anhelos hoy te responde y seguirá creando respuestas mientras tú lo busques. Para todo crea la salida.

martes, 11 de mayo de 2010

Una Palabra de Dios para sus hijos



De rodillas, dice El Señor, de rodillas para dar gracias a tu Dios porque el tiempo de la aflicción y la pobreza quedó atrás. Una vez más te digo: el tiempo de la aflicción quedó atrás.

Ahora, dice El señor doblarás tus rodillas delante de Tu Dios para dar gracias por las cosas extraordinarias y maravillosas que has recibido y por las cosas inesperadas que vienen para ti.

No más lágrimas de angustia de dolor, frustración ni lamentación; ahora tu rostro se mojará por lágrimas de plenitud y gratitud porque sabrás lo que eres para mí.

Es tiempo de honra para mis hijos, he anunciado, dice el Señor y ahora es.

De dónde vendrá tu socorro? De Jehová que hizo los cielos y la tierra. Yo, tu Padre he hablado.

lunes, 3 de mayo de 2010

El justo y su fe

Oye. ¿Qué pasó con lo que ayer tenías la certeza, recibirías del Dios Todopoderoso?

¿Qué pasó que después de grandes momentos y de días de relación y comunión con tu Padre y encendido en amor y pasión hablaron como amigos y no tuviste la menor duda que era el mismo Dios quien te respondía a cada oración?

Qué pasó que hoy sientes tan lejano lo vivido con Jesús, como que nunca sucedió y te sientes en un desierto sin la Roca que calmaba tu sed, sin la sombra que te cubría del sol abrasador y sin la luz de la columna de fuego que guiaba tu camino y te daba calor.

En qué momento y por qué se rompió esa intimidad que te hacía vivir confiado y seguro, ¿dónde quedó tu fe?

Por qué te sientes perdido cuando sabes muy bien que la senda del justo es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto. Por qué te sientes morir si la Palabra dice que el justo por su fe vivirá.

No será entonces que has perdido tu fe y has puesto más atención a las circunstancias o problemas que puso el enemigo justo en el tiempo donde lo que tantas veces habías declarado, por fin lo ibas a recibir y que por descuidar tu oración declarando las promesas que te ha hecho se detiene tu bendición.

Si las Escrituras dicen que no hay justo desamparado ni su simiente que mendigue pan; por qué pues no se recibe de Dios lo que hemos pedido o El ha prometido. Es que también las Escrituras dicen que el justo por la fe vivirá.

Entonces se puede leer no hay uno que tenga fe desamparado, ni su simiente que mendigue pan. Y también la senda del que vive en fe es como la luz de la aurora…

El ser cristiano no nos garantiza todo sino el hecho de vivir en fe en Cristo y en Su Palabra, en lo que El nos dice.

Es tiempo pues, de seguir declarando y confesando su Palabra y promesas, para que las tinieblas que nos rodeas y que muchas veces retienen en los cielos las promesas, salgan huyendo al oír la fe y la autoridad con la que declaras Su Verdad. No permitas, ni recibas las mentiras del enemigo cuando te dice que ya no hables de lo mismo con Dios porque eso es justamente lo que debes hacer. Habla con Dios una y otra vez de lo que el Señor te ha prometido hasta que El conceda las peticiones de tu corazón. Por tu fe Dios no va a fallar.

martes, 27 de abril de 2010

Profecía


Las pequeñas zorras se meten a nuestro campo y no nos damos cuenta en qué momento destruyen nuestra viña. Muchas veces lo vamos a notar hasta que están secas, amarillentas y quebradizas nuestras matas.

Quizá el deleite en las cosas o los campos de alrededor han robado tu mirada y tu viña descuidaste, como le sucedió a la Sulamita y buscas fruto y ya no hay o el que queda es el amargo silvestre que no quieres probar pues el injerto con la  verdadera hace algún tiempo se perdió y te sientes triste, desolado y avergonzado.

Hoy es el tiempo, dice el Señor, que recuerdes que siempre tengo oportunidad nueva para ti, toma tu herramienta y vuelve al campo a trabajar; vuelve a pisar la tierra; deshazte del piedrín, corta de tajo la maleza y con ella el fruto silvestre porque èsto no te daría vino fino, abona y remueve con alegría porque semilla nueva tengo para ti.

La lluvia se acerca y regará a tiempo y en unos días, tus compras florecerán y no temas porque en esta cosecha será restituído el tiempo, como a mi siervo Job, y todo lo devastado por el saltón, la oruga, el revoltón y la langosta y no serás más avergonzado pues has confiado en  Mi.

El que tiene oídos que oiga dice el Señor.

jueves, 1 de abril de 2010

El Llamado de Jesús

Muchas veces la Iglesia de Dios es criticada por aquellos que no entienden por qué hay tantas congregaciones cuando, según ellas, lo correcto sería una y grande, gigante agrupación. Es que no saben que somos, cada congregación, miembros del Cuerpo de Cristo la cabeza.

Cuando leemos las Escrituras podemos encontrar que, ciertamente multitudes seguían a Jesús, unos para escucharlo y llenar sus vidas de fe, salud, esperanza a través de la palabra que sabía de Su Boca; pero atrás lo seguían para llenar sus estómagos y algunos para llenar su ego con críticas, recelos, pleitos, contiendas y juicios y sostener así su ignorancia acerca del Dios verdadero.

Pero en medio de todo, Jesús ya había hecho la elección de aquellos varones que trabajarían con El y después de El en Su Ministerio.

Eran solo doce hombres, sacados de diferentes grupos sociales, con diferente preparación cultural y distinta condición económica los que debían instruir al nuevo pueblo de Dios.

Jesucristo es el mismo de ayer, hoy y por siempre y sus ministros siguen siendo escogidos de la misma manera solo que ahora se han multiplicado sus siervos y son muchas las pequeñas, medianas y grandes congregaciones que se reúnen con el propósito de alabar, adorar, servir y recibir a Dios y su mensaje que edifica.

¿Hubo discrepancias entre aquellos doce apóstoles como las hay algunas veces con los ministros de este tiempo? ¡Claro que los hubo!

Mas esto no significaba división entre ellos. Eran hombres con diferentes formas de vida, educación y aún propósito y unción y tenían que aprender como debe ser también ahora,  a unificarse en el servicio a Dios y en el cumplimiento de sus leyes y estatutos.

Entonces, actualmente habrán Pedros, Lucas, Mateos, Pablos, etc. Al frente de ministerios dando lo que del Espíritu de Dios reciben para la edificación de la Iglesia. Cada ministro tiene sus dones, capacidades y aún temperamento dado por Dios y útiles para ejercer su ministerio.

A Jesús no le importó nuestra condición, como no le importó la de los Apóstoles, para llamarnos a servirle; no llamó a hombres ni mujeres perfectos sino dispuestos a amarlo, seguirlo y obedecerlo; hombres y mujeres capaces de creerle a El y a Su Esposa. El es quien escoge, equipa y al final de la carrera el que da los galardones al fiel y valiente que tuvo muy claro a quién servía y sin importarle las burlas y críticas de los que no lo entienden llegaron al final.

Porque muchos son los llamados y pocos los escogidos.

Jesús el Libertador


En los caminos del Señor todos los días, todos los meses y todos los años son buenos. El ha prometido que el camino del justo es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto, por lo que el Señor dice también, que no debemos decir que los tiempos pasados fueron mejores.

Sin embargo hay momentos en la vida o temporadas a veces donde parece que el Señor se ha escondido de nosotros; hay montañas entre El y nosotros o abismos que nos resultan muy difíciles de cruzar. Entonces nuestro corazón se aflige, se atemoriza pues, a quién iremos si sólo El tiene palabras de vida eterna; si, de vida eterna porque en cada paso que damos, Jesús nos da la porción necesaria para caminar fortalecidos, motivados y esperanzados en Su Palabra.

Desafortunadamente el ser humano tiene el peligro de quedarse estancado, resagado, acomodado aún a las malas circunstancias.

En Juan 5 aparece la historia de un paralítico que hacía 38 años que estaba enfermo y que había pasado a la orilla del estanque a la que acudían todos los enfermos (cojos, ciegos, paralíticos, etc.) y con tristeza los veía pasar frente a él sanos al salir de la fuente y él pensaba en el día de su oportunidad. Nadie le ayudaba a salir de aquel modo de vivir.

Muchos que lo veían eran movidos a lástima, otros se burlaban de su estado y su paciencia; otros se impacientaban al ver que no hacía otra cosa que esperar y esperar quién lo ayudara.

Las circunstancias mantenían paralítico al hombre, pero un día Jesús lo visitó, lo vio acostado en su lecho y le ofreció sanidad. El paralítico le cree y la recibe y tomó su lecho y caminó.

Bienaventurado el que conoce el día de la visitación de Dios porque a partir de ese día somos libres de todo aquello que nos paraliza, nos estanca.

Busquemos en todo tiempo el auxilio de nuestro Salvador Jesucristo, porque los hombres que buscan solo su beneficio van a pasar sobre ti sin tenderte la mano. Es el mejor tiempo para tomar la mano y la promesa de Jesús pues sus planes para nosotros son de bienestar para que alcancemos el fin que esperamos. Gracias Jesús.

miércoles, 10 de marzo de 2010

El camino del justo

La Biblia es el libro inspirado por Dios y escrito para sus hijos; La Biblia, Palabra infalible.

A través de sus relatos podemos encontrar, en todo momento el anhelo de Dios de manifestar a los suyos, sus planes de bienestar y presentándole a la humanidad un plan de salvación y al Cordero de Dios que voluntariamente se ofrece como expiatorio de nuestros pecados.

En las historias bíblicas nos muestra siempre la condición del hombre sin Dios y cómo sus planes nos hacen dar un giro de 180 grados para ser bendecidos.  Un ejemplo muy hermoso es el libro de Rut donde Dios nos muestra un proceso de redención muy claro.

Podemos leer el antes y después de la vida de Rut y su encuentro con Booz, figura del antes y después del encuentro entre una persona y Jesús.

Rut, de un pueblo moabita, idólatra que no conocía a Dios se queda viuda, en soledad, sin esperanza y avergonzada;  en pobreza, menosprecio, egoísmo, infidelidad devastación y esterilidad. Todo parecía en contra de la vida de Rut. Sin embargo, un momento de una buena decisión da inicio de una nueva vida para Rut.

¿Qué Pasa? ¿Qué vio Rut en Noemí que al estar frente al camino escoge conocer y seguir al Dios de Noemí?

Es que todos, absolutamente todos tenemos un momento de visitación de Dios y bienaventurado el que puede reconocer y es que aquí donde empieza el proceso de redención de Rut y para todos.

De la soledad pasa a la compañía de Noemí. De la escasez, recogiendo espigas que sobraban es trasladada a la riqueza del dominio de Booz; de la viudez y desamor pasa al romance con Booz; de la vergüenza de su viudez pasa a la honra de esposa con Booz; Del menosprecio del mundo por la pobreza y la viudez con la honra Dios le da notoriedad. De la devastación, pues había quedado sin nada, Dios la lleva a la prosperidad. De la tristeza y frustración porque las cosas no habían salido como soñó, Dios la lleva a esperanza, gozo, paz y fe. De la esterilidad que le esperaba, pues Noemí se había quedado sin más hijos que  pudieran honrarla desposándola, según la costumbre, Dios la bendice dándole un hijo de Booz que llena de amor, dulzura, felicidad y fe, no solo el corazón de Rut, sino el de Noemí.

Dios sigue siendo el mismo de ayer, hoy y por siempre y escrito está, que el caminar del justo es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto.

No desmayes en este proceso de tu vida porque el que empezó la obra en nosotros, la va a concluir. Espera en El, y El hará.

lunes, 1 de marzo de 2010

JESÚS NOS SOSTIENE


Escuchando un canto antiguo me hizo reflexionar sobre el tiempo que he vivido en Cristo Jesús.

Recordé entonces que han pasado 20 años de aquel día en que tuve mi encuentro con Jesucristo. ¡Que tremenda la forma en que Dios nos sostiene y mantiene de pié! Han sido años de batalla entre la verdad de Dios y las múltiples mentiras de Satanás que envía para desanimarnos.

Hemos pasado por desiertos, montañas, valles, por agua y no nos hemos ahogado, por fuego y no nos hemos quemado. Dios nos ha sostenido.

Pensé inmediatamente en los 20 años que vivió Jacob allá en el desierto en medio de malos tratos, trampas y mentiras de Labán. Con momentos de gran tribulación y opresión al recordar que su hermano lo perseguía para matarlo, reprochándole la primogenitura que el mismo Esaú le había vendido por un plato de lentejas. Sin embargo Jacob recibía victorias de parte de Dios.

Muchas veces, en el transcurso de los años, nuestro corazón se ha sentido tan afligido que creemos estar solos; pero en el momento justo y oportuno aparece nuestro sustentador con pan, agua y vino para darnos fuerzas nuevas y nos toma de la mano para continuar por la senda que ha preparado para los hijos de Dios. Una y otra vez podemos preguntarnos cómo hemos llegado hasta aquí, cómo es que ninguna de las adversidades nos han detenido o nos han dejado tirados en el desierto. Cómo es que no se nos ha ocurrido volver atrás como ha sucedido con tantos.

Realmente solo puede ser el favor del señor. Su amor y su poder nos han sostenido. Su Palabra dice "No te dejaré ni te desampararé" y así ha sido. Hemos tenido grandes victorias en nuestro caminar.

Después de 20 años de batallas, Jacob hace las paces con su hermano y por fin se puede establecer y comenzar la nueva vida en la tierra que amaba y aquel pacto que Jacob había hecho con lo único que tenía, una piedra, ahora se cumplía. Dios lo había escuchado siempre y es un Dios de pactos que no se hace hacia atrás.

Y como Jesús es el mismo de ayer, hoy y por siempre de la misma forma que honró, prosperó y sostuvo a Jacob hasta el final así lo hará con nosotros. Son varios los momentos que no encuentro las palabras para expresar lo que hay dentro de mí hacia el Amado Jesús. Lo amo, lo adoro y limitada es mi expresión para decir lo que El es para mí.
Gracias Jesús por ser mi Dios.

viernes, 12 de febrero de 2010

Todo tiene su tiempo

La Palabra de Dios dice en Eclesiastés 3.1: Todo tiene su tiempo y todo lo que  se quiere debajo del cielo tiene su hora.

Jesús lo sabía muy bien y aunque hubo situaciones dolorosas, extremadamente difíciles, que se pudo evitar, no ha habido valiente como El sobre la tierra, ni hombre que tenga tan claro su diseño y propósito en el paso por la tierra. Por eso Jesús le puso todo el amor al Plan de Salvación y redención donde El sería el protagonista, viviendo paso a paso el tiempo y la hora debajo del cielo hasta llegar al final.

En Mateo 16.21 está escrita la conversación de Jesús con sus discípulos donde decía que era necesario ir a Jerusalem, aún cuando sabía lo que iba a padecer de los ancianos, de los principales sacerdotes, escribas, del pueblo romano pues lo querían matar. ¿Por qué entonces Jesús quería volver a Jerusalem? si aún el grupo de sus acompañantes tenían expectativas diferentes a las de El y muchas veces tampoco lo entendían.

Jesús sabía lo que le esperaba, así lo dice en Juan 3.14 y 15 y Juan 12.32 y 33. Y si tenía una aflicción Jesús, de la cual se podía librar, pero pesaba más su amor a la humanidad que allá en el Getzemaní, en medio de lágrimas y sangre de angustia aceptó la voluntad del Padre y fue llevado para ser levantado en una cruz, como se levantaban en un madero a todos los enemigos de Dios. Según Josué 8.29 y 10.26 eran Malditos. Esa era la angustia de Jesús.

Sin embargo Jesús sentía la urgente necesidad de volver a Jerusalem. ¿A qué? ¡A Resucitar!. No veía Jesús los momentos crueles que lo esperaban sino la Gloria de volver al Padre después de cumplir con el propósito por el cual fue enviado. No hubo nada ni nadie que pudiera sacar a Jesús de su propósito y diseño. Jesús el Cordero de Dios para Salvar las almas de la muerte eterna, reconciliándolas con el Padre.

¡Tenía que resucitar!, de lo contrario vana sería nuestra fe. Su resurrección era el principio de una nueva generación de hijos de Dios. Hombres y mujeres que sin ver creyeron, la generación celestial, aquella de la que Dios habla a Abraham: Tan grande como las estrellas del cielo.

Hoy Jesús está sentado a la diestra del Padre y Su Nombre es sobre todo nombre y sólo en El hay Salvación.

Todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Espera confiadamente en el Señor. El hará. Las aflicciones de este tiempo en nada se comparan a las glorias venideras.

jueves, 4 de febrero de 2010

El Señor derribará a nuestros enemigos

En Lucas 9.58 está escrito: “Más el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.” Este verso me inspiró a escribir en este espacio pues, ahora somos ese cuerpo donde Jesucristo pone su cabeza y delega así su autoridad sobre nuestros hombros para nuestra vida personal y ministerial con el fin de que Su Plan de Salvación y Redención llegue a todo pecador. El es la Cabeza, nosotros el cuerpo, Su Iglesia. (Colosenses 1.18)

Desde el principio de la humanidad Dios establece en Génesis 3.15, que habría un enemigo de esa Cabeza que mordería el talón del pie de Su Cuerpo; lo que se traduce al impedimento que pone Satanás para que el evangelio (pies) no llegue a todo el mundo, pero que Dios ya decretó que de la simiente de la mujer, Jesucristo heriría en la cabeza al enemigo, lo aplastaría con su pie; Por medio del Evangelio y La Palabra, así Dios ha prometido herir la cabeza de nuestros enemigos (Salmo 68.21) y vemos cómo David con la unción dada por El, hiere a Goliat en la cabeza con una piedra (la Palabra) y con él, caen todos los pensamientos de maldad contra el pueblo de Dios. Vemos a Abimelec que fue herido en la cabeza por un pedazo de piedra de un molino de trigo (Palabra) pues se había levantado contra sus hermanos, matando a los 70, causándole gran dolor a su padre. Abimelec deseaba quedarse solo para no tener competencia por el trono. Jueces 9.53 y 56.

El terrible general Sísara quien al final huye a pie, llegando a un lugar donde pide agua a una mujer, ésta le ofrece de una leche que bebía la nobleza y los hacía dormir. Sísara se adormece y la mujer toma una estaca y con un martillo le atraviesa una de las sienes.

Y qué decir de las ramas que traspasan la cabeza de Absalom; árbol que tenía vida para derrumbar a aquel que se levantó en contra de su padre, el Rey de Israel.

Es que la Palabra desmenuza los pensamientos de maldad que el enemigo pone en nuestra mente. La mente es un campo de batalla entre los pensamientos de bien de Dios y los pensamientos de mal del enemigo.

Dios ha decidido que este 2010 sea el tiempo de liberación para toda mente cautiva por cualquier inmundo que haya robado la paz, la salud, la prosperidad, la esperanza y la fe a sus hijos.

Hoy derrama unción fresca que pudre yugos de esclavitud y desmenuza pensamientos enemigos de Dios.

El Señor hará hazañas a nuestro favor, tan solo espera en la única cabeza del Cuerpo de Cristo, el mismo Jesucristo.

jueves, 14 de enero de 2010

Jesucristo es Tu Salvador


En la Biblia aparece una plática entre Jesús y Pedro donde El Señor explica a Pedro que aquello que hoy no logra entender más adelante lo entenderá. Que verdad.

Cuando llegamos al evangelio muchas cosas nos sorprenden, asustan y hacen sentir inútiles e ignorantes y a la verdad esos somos pues nada sabemos del Señor.

Además, las cosas del Señor son tan grandes que a nuestra mente finita resultan inalcanzables e ilógicas por supuesto y sólo la fe que Jesucristo ya puso en nosotros nos hace creer que serán posibles.

Sin embargo al transcurrir el tiempo, cuando más traiciona el razonamiento y viendo y viviendo momentos grandes de milagros y prodigios, cosas nuevas, revelaciones frescas, nos confundimos, el entendimiento se entorpece, se embota y nos anula al extremo de no saber quiénes somos, entonces es cuando necesitamos hacer lo que Dios dice en Jeremías 6.16 porque urge a la vida, echar fuera la tribulación y la angustia que enferman a la fe y empezar de nuevo, si es necesario.

Pero, ¿cómo hacerlo? Volvamos al principio de nuestro caminar con Cristo. ¿Qué hacíamos entonces? ¿Cómo y cuáles fueron nuestras sendas antiguas? ¿Qué es lo que dice la biblia respecta a lo que nos sucede?

Basta ya de analizar y querer encontrarle salida a las situaciones de acuerdo a nuestros pensamientos, como decía David, recordemos los favores de Dios, de cómo nos sacó de aquellas situaciones que fueron tan difíciles como las actuales, dándonos siempre la victoria. Entonces nuestra fe se alimenta, vigoriza y volvemos a ser y a vernos nosotros mismos como los hijos del Poderoso de Israel.

La Palabra es la misma ayer, hoy y por siempre y Dios nos dice como le dijo a Pedro: Lo que hoy no entiendes más adelante lo entenderás. Lo importante es que Jesús está a tu lado y no dejará que tu pie tropiece. Aunque hoy estés aprisionado y confundido y no le encuentras salida a las situaciones, sólo esfuérzate para seguir caminando que sólo un poco más y verás que Dios ya tenía todo resuelto.

Si Jesucristo dice que estará con nosotros todos los días de nuestras vidas, ¡Así Es!
Si Jesucristo dice que no seremos avergonzados los que en El hemos confiado, ¡Así Es!
Si Jesucristo dice que somos cabeza y no cola ¡Así Es!
Si Jesucristo dice que tiene planes de bienestar y no de calamidad para nosotros ¡Así Es!
Porque él no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirse de lo que te ha prometido. Jesucristo es Tu Salvador.