martes, 25 de mayo de 2010

Dios crea tus bendiciones


Las escrituras tienen apuntado que nuestro Padre conoce nuestras necesidades y que antes que se las presentemos El ya las sabe. (Mateo 6.8)  También dice que El Señor concederá las peticiones de nuestro corazón conforme a sus riquezas en Gloria (Filipenses 4.19)

Por qué entonces conformarte con migajas en medio de escasez, y necesidades y peor aún, no atreverse a soñar cuando su promesa es de suplir todo lo que nos haga falta.

Por qué dejar a Dios dormido en nuestra barca. El se complace al oír tus palabras de fe y se pone a trabajar a tu favor. Talvez al levantarte o al acostarte ves a tu alrededor y parece ya todo está hecho por Dios; el sol sale y se oculta, la luna brilla de noche, el mar siempre visita la playa, la lluvia moja la tierra, el árbol da fruto y luego bota su hoja, el cielo siempre está sobre tu cabeza, unos nacen y otros mueren; ¿qué nuevo creó Dios cada mañana pues El no deja de crear?

¿Has pensado alguna vez que tú eres la razón de los pensamientos de Dios, que te piensa de día y de noche, que sus ojos siempre los tiene sobre ti y que tus necesidades, sueños, anhelos o deseos ocupan su tiempo? El se deleita en resolver tus inquietudes y en que busques su auxilio porque crea las respuestas que esperas para suplir todo lo que nos haga falta.

Somos lo mas amado y precioso para Dios; lo más importante de su creación. El se deleita en ti y en mí. Si ayer te olvidaste de hacerlo partícipe de tus planes, pensamientos, emociones y sueños, hoy es un buen día para recordar que El está esperando que levantes tu voz, manos y ojos hacia El para derramar sobre tu vida la lluvia de respuesta que ha preparado en las que ha trabajado con el gozo de bendecirte.

Una vez más te dice el Señor, no más tristeza ni dolor, ahora llorarás de gratitud y gozo pues tu Dios, en el que has creído y al que le has confiado tus necesidades y anhelos hoy te responde y seguirá creando respuestas mientras tú lo busques. Para todo crea la salida.

martes, 11 de mayo de 2010

Una Palabra de Dios para sus hijos



De rodillas, dice El Señor, de rodillas para dar gracias a tu Dios porque el tiempo de la aflicción y la pobreza quedó atrás. Una vez más te digo: el tiempo de la aflicción quedó atrás.

Ahora, dice El señor doblarás tus rodillas delante de Tu Dios para dar gracias por las cosas extraordinarias y maravillosas que has recibido y por las cosas inesperadas que vienen para ti.

No más lágrimas de angustia de dolor, frustración ni lamentación; ahora tu rostro se mojará por lágrimas de plenitud y gratitud porque sabrás lo que eres para mí.

Es tiempo de honra para mis hijos, he anunciado, dice el Señor y ahora es.

De dónde vendrá tu socorro? De Jehová que hizo los cielos y la tierra. Yo, tu Padre he hablado.

lunes, 3 de mayo de 2010

El justo y su fe

Oye. ¿Qué pasó con lo que ayer tenías la certeza, recibirías del Dios Todopoderoso?

¿Qué pasó que después de grandes momentos y de días de relación y comunión con tu Padre y encendido en amor y pasión hablaron como amigos y no tuviste la menor duda que era el mismo Dios quien te respondía a cada oración?

Qué pasó que hoy sientes tan lejano lo vivido con Jesús, como que nunca sucedió y te sientes en un desierto sin la Roca que calmaba tu sed, sin la sombra que te cubría del sol abrasador y sin la luz de la columna de fuego que guiaba tu camino y te daba calor.

En qué momento y por qué se rompió esa intimidad que te hacía vivir confiado y seguro, ¿dónde quedó tu fe?

Por qué te sientes perdido cuando sabes muy bien que la senda del justo es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto. Por qué te sientes morir si la Palabra dice que el justo por su fe vivirá.

No será entonces que has perdido tu fe y has puesto más atención a las circunstancias o problemas que puso el enemigo justo en el tiempo donde lo que tantas veces habías declarado, por fin lo ibas a recibir y que por descuidar tu oración declarando las promesas que te ha hecho se detiene tu bendición.

Si las Escrituras dicen que no hay justo desamparado ni su simiente que mendigue pan; por qué pues no se recibe de Dios lo que hemos pedido o El ha prometido. Es que también las Escrituras dicen que el justo por la fe vivirá.

Entonces se puede leer no hay uno que tenga fe desamparado, ni su simiente que mendigue pan. Y también la senda del que vive en fe es como la luz de la aurora…

El ser cristiano no nos garantiza todo sino el hecho de vivir en fe en Cristo y en Su Palabra, en lo que El nos dice.

Es tiempo pues, de seguir declarando y confesando su Palabra y promesas, para que las tinieblas que nos rodeas y que muchas veces retienen en los cielos las promesas, salgan huyendo al oír la fe y la autoridad con la que declaras Su Verdad. No permitas, ni recibas las mentiras del enemigo cuando te dice que ya no hables de lo mismo con Dios porque eso es justamente lo que debes hacer. Habla con Dios una y otra vez de lo que el Señor te ha prometido hasta que El conceda las peticiones de tu corazón. Por tu fe Dios no va a fallar.