miércoles, 10 de marzo de 2010

El camino del justo

La Biblia es el libro inspirado por Dios y escrito para sus hijos; La Biblia, Palabra infalible.

A través de sus relatos podemos encontrar, en todo momento el anhelo de Dios de manifestar a los suyos, sus planes de bienestar y presentándole a la humanidad un plan de salvación y al Cordero de Dios que voluntariamente se ofrece como expiatorio de nuestros pecados.

En las historias bíblicas nos muestra siempre la condición del hombre sin Dios y cómo sus planes nos hacen dar un giro de 180 grados para ser bendecidos.  Un ejemplo muy hermoso es el libro de Rut donde Dios nos muestra un proceso de redención muy claro.

Podemos leer el antes y después de la vida de Rut y su encuentro con Booz, figura del antes y después del encuentro entre una persona y Jesús.

Rut, de un pueblo moabita, idólatra que no conocía a Dios se queda viuda, en soledad, sin esperanza y avergonzada;  en pobreza, menosprecio, egoísmo, infidelidad devastación y esterilidad. Todo parecía en contra de la vida de Rut. Sin embargo, un momento de una buena decisión da inicio de una nueva vida para Rut.

¿Qué Pasa? ¿Qué vio Rut en Noemí que al estar frente al camino escoge conocer y seguir al Dios de Noemí?

Es que todos, absolutamente todos tenemos un momento de visitación de Dios y bienaventurado el que puede reconocer y es que aquí donde empieza el proceso de redención de Rut y para todos.

De la soledad pasa a la compañía de Noemí. De la escasez, recogiendo espigas que sobraban es trasladada a la riqueza del dominio de Booz; de la viudez y desamor pasa al romance con Booz; de la vergüenza de su viudez pasa a la honra de esposa con Booz; Del menosprecio del mundo por la pobreza y la viudez con la honra Dios le da notoriedad. De la devastación, pues había quedado sin nada, Dios la lleva a la prosperidad. De la tristeza y frustración porque las cosas no habían salido como soñó, Dios la lleva a esperanza, gozo, paz y fe. De la esterilidad que le esperaba, pues Noemí se había quedado sin más hijos que  pudieran honrarla desposándola, según la costumbre, Dios la bendice dándole un hijo de Booz que llena de amor, dulzura, felicidad y fe, no solo el corazón de Rut, sino el de Noemí.

Dios sigue siendo el mismo de ayer, hoy y por siempre y escrito está, que el caminar del justo es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto.

No desmayes en este proceso de tu vida porque el que empezó la obra en nosotros, la va a concluir. Espera en El, y El hará.

lunes, 1 de marzo de 2010

JESÚS NOS SOSTIENE


Escuchando un canto antiguo me hizo reflexionar sobre el tiempo que he vivido en Cristo Jesús.

Recordé entonces que han pasado 20 años de aquel día en que tuve mi encuentro con Jesucristo. ¡Que tremenda la forma en que Dios nos sostiene y mantiene de pié! Han sido años de batalla entre la verdad de Dios y las múltiples mentiras de Satanás que envía para desanimarnos.

Hemos pasado por desiertos, montañas, valles, por agua y no nos hemos ahogado, por fuego y no nos hemos quemado. Dios nos ha sostenido.

Pensé inmediatamente en los 20 años que vivió Jacob allá en el desierto en medio de malos tratos, trampas y mentiras de Labán. Con momentos de gran tribulación y opresión al recordar que su hermano lo perseguía para matarlo, reprochándole la primogenitura que el mismo Esaú le había vendido por un plato de lentejas. Sin embargo Jacob recibía victorias de parte de Dios.

Muchas veces, en el transcurso de los años, nuestro corazón se ha sentido tan afligido que creemos estar solos; pero en el momento justo y oportuno aparece nuestro sustentador con pan, agua y vino para darnos fuerzas nuevas y nos toma de la mano para continuar por la senda que ha preparado para los hijos de Dios. Una y otra vez podemos preguntarnos cómo hemos llegado hasta aquí, cómo es que ninguna de las adversidades nos han detenido o nos han dejado tirados en el desierto. Cómo es que no se nos ha ocurrido volver atrás como ha sucedido con tantos.

Realmente solo puede ser el favor del señor. Su amor y su poder nos han sostenido. Su Palabra dice "No te dejaré ni te desampararé" y así ha sido. Hemos tenido grandes victorias en nuestro caminar.

Después de 20 años de batallas, Jacob hace las paces con su hermano y por fin se puede establecer y comenzar la nueva vida en la tierra que amaba y aquel pacto que Jacob había hecho con lo único que tenía, una piedra, ahora se cumplía. Dios lo había escuchado siempre y es un Dios de pactos que no se hace hacia atrás.

Y como Jesús es el mismo de ayer, hoy y por siempre de la misma forma que honró, prosperó y sostuvo a Jacob hasta el final así lo hará con nosotros. Son varios los momentos que no encuentro las palabras para expresar lo que hay dentro de mí hacia el Amado Jesús. Lo amo, lo adoro y limitada es mi expresión para decir lo que El es para mí.
Gracias Jesús por ser mi Dios.