miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cristo es mi paz

Salmo 4.8: En paz me acostare y asimismo dormiré porque tú Señor me haces vivir confiado.


Que hermosa porción que a mi vida y a la vida de muchos hijos de Dios, estoy convencida ha sostenido. Sin embargo que ha pasado con el sueño, el dormir en paz si por los médicos y farmacias desfilan hijos del Señor tratando de calmar su ansiedad y angustia.

Es que hasta el más fiel tiene momentos de duda que le quitan el sueño y vemos a Abraham y Sara con un hijo fuera de la promesa, a Moisés golpeando la roca, a Juan el Bautista preguntando si era o no Jesús el Mesías que había profetizado, reconocido y bautizado en el Jordán, aún viendo abrir los cielos y descender el Espíritu Santo sobre Jesús y oír la voz majestuosa del Padre diciendo: Este es mi hijo amado, en el que tengo contentamiento. ¡Sanntoo!

¿Cómo los hijos de Dios se olvidan tan pronto de esos momentos de relación e intimidad con el Dios Eterno y cualquier inmunducho lo hace temblar y dudar hasta perder el sueño?

Siempre, siempre la carne nos hace fallar.

Bendito sea Jesús, que no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse porque la obra que empezó en nosotros la va a terminar, hoy la está perfeccionando y ese es el sufrir, pero el cumplimiento de sus promesas está muy cerca y el cumplimiento de Su Palabra nos hará acostar y dormir en paz. Aleluya.

lunes, 13 de diciembre de 2010

NO ESTIEMPO DE VOLVER ATRÁS

Hace unos días asistí a una invitación que me hiciera un hermano a un hotel de esos hermosos que hay en Guatemala. En uno de sus jardines se realizaba el culto al Señor bajo una catarata, eso era delicioso. Luego pasamos al salón para la cena. En el fondo una gran orquesta que me sorprendía no saber de ella, de repente suenan las trompetas, platos, tambores y el mundo se plantó en aquel salón. Todos bailaban, reían, coqueteaban y más.

Yo había olvidado que la esposa y las hijas no eran cristianas, ¿pero los demás que eran?

Estuve el tiempo prudencia y cuando iba de regreso pensaba con pena cuán sutil y fácil es volver atrás. ¿Qué pasa, por qué el mundo es tan atractivo? Entonces pensé en el pueblo antiguo; ¿por qué suspirar por el pecado y volver a él?.

El pueblo de hoy como el de ayer vive una gran frustración. Son muchos, pero muchos los hijos de Dios que están en las congregaciones pero su corazón está abatido, cansado, desconsolado, sin fe y temen no poder seguir caminando en el Reino de Dios.

Las promesas del Señor dónde están; las dificultades familiares, laborales, congregacionales se han multiplicado y los problemas son mayores que en Egipto y de una u otra manera están coqueteando con el mundo.

¡Cuidado! No vivas más solo con tu frustración. A tu lado aún está Jesús y está dispuesto a escucharte. No importa cuál sea hoy tu condición, háblale de tu cansancio, temores y dudas, de lo difícil que te resulta ver la prosperidad de los malos mientras tú recibes vergüenza tras vergüenza, al confesar sus promesas y no te llegan.

Jesús te conoce en todo y no te acusa y sería muy triste que en silencio dieras la vuelta suponiendo que Jesús no te escucha o te castigara por tu confusión. Hoy más que nunca El Espíritu Santo ha anunciado que es el tiempo del cumplimiento de promesas, tiempo de honra para aquellos que han sido burla por esperar en El. Jesús no es hombre para mentir y adereza mesa en presencia de tus angustiadores.

Jesucristo espera que le hables con sinceridad, no importa si entre lágrimas y dolor; El es tu amigo fiel, el que ha entregado todo para que a ti no te falte nada. No dudes más de Su Palabra.

Háblale y él te responderá. No es tiempo de volver atrás.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

LA CORRIENTE DEL ESPÍRITU SANTO

Muchas veces hemos escuchado el consejo de algunos pastores que enseñan la necesidad de respetar los diferentes mensajes de pastores y no digamos, sus ministerios, pues el respetar sus unciones nos permite recibir y disfrutar lo que el Señor les ha dado.

Desafortunadamente hay muchas personas estancadas a causa de no dejarse llevar por el río del Espíritu Santo, por no recibir las revelaciones nuevas dadas a sus siervos.

Esto provoca tristeza, frustración y hasta caída de muchos hijos del Señor pues a su alrededor ve cómo muchos de sus hermanos prosperan, caminan como la luz de la aurora y ellos con las mismas necesidades de hace mucho tiempo atrás.

El saber posicionarse en el fluir del río del Espíritu Santo a través de los diferentes ministerios trae a la vida maravillosas consecuencias.

Dios nos ha prometido que el caminar del justo es como la luz de la aurora que va en aumento… y que la obra que él empezó en nosotros la terminará. (Filipenses 1.6) pero en ese caminar del justo como en el terminar su obra vamos a vivir un proceso y un desarrollo en donde lo que nos corresponde hacer es renovar nuestro entendimiento para estar aptos para que Dios nos pueda meter en el fluir del río de Su Espíritu y veamos y vean los demás que nuestra vida espiritual y material va en aumento, que se va perfeccionando hasta que El concluya Su obra en nosotros.

No podemos seguir criticando, menospreciando o rechazando las emociones que nos permiten vivir las diferentes temporadas que nos sacan del estancamiento metiéndonos en el fluir del río del Espíritu Santo.

Ya no es posible seguir viviendo como viven los que no conocen a Jesús o aún en peores condiciones por no dejarnos meter en Su río, en Su corriente.

El Señor nos ha anunciado que vienen tiempos mejores para sus hijos, pero si no vas en Su fluir, en Su río quedarás sin vivir Sus promesas.