miércoles, 27 de febrero de 2013

SU PALABRA ES VIDA



Hay en la televisión de mi país un anuncio publicitario de una harina alimenticia que cocinada como bebida proporciona a las personas los nutrientes necesarios para tener un cuerpo saludable.

Lo más interesante del anuncio es que dice que el trabajo del alimento empieza desde que se toma y en el transcurso del día, en el camino, en el trabajo, en el paseo y aún al dormir su trabajo continúa sin que nadie se de por enterado.

Cuando lo vi, el Espíritu Santo me hizo suspirar. Que gran comparación con la Palabra que escuchamos de nuestro pastor o de los medios que Dios nos da para recibirla. Dios habla con ejemplos de la vida.

Probablemente a los ojos de algunos, en las bancas, sillas o butacas de los templos solo hay personas quietas, indiferentes o hasta ausentes oyendo al siervo de Dios con mensajes y mensajes y mensajes, pero no es así. Son hijos recibiendo alimento del Padre.

Desde el momento que la Palabra entra por nuestros oídos o nuestros ojos empieza a circular por nuestro ser, el alimento que provocará una metamorfosis en nosotros.

Si aquella bebida nutritiva llega con un fin al cuerpo, la Palabra de Dios llega con un propósito y no regresará vacía a El sino cumplirá el propósito para el cual la envía, dice El Señor.

No sabemos ni la hora ni cómo se verá el fruto del alimento recibido, lo que sí se es que se verá, se vivirá, se disfrutará y un día y otro y otro día abrimos los ojos y aquello que cautivaba nuestra vida haciéndonos caminar cansados y desnutridos se ha ido y órgano por órgano, sentimiento por sentimiento, pensamiento por pensamiento serán sanados por el Poder de Su Palabra, Palabra que oímos una y otra vez y que tiene poder para permanecer.

Cuántas porciones de La Palabra de Dios hemos escuchado, no las recordamos como tampoco recordamos cuantas tazas de bebida nutritiva hemos bebido en la vida. Lo que sí sabemos es que ambos nutrientes nos tienen de pie.

Se cumplieron las cosas primeras, he aquí yo hago cosas nuevas antes que sean manifiestas, Yo os las haré notorias dice El Señor.

Por Su Palabra todo se acaba y vuelve a empezar. La nueva temporada es ahora.