sábado, 18 de mayo de 2013

EL VERDADERO PADRE



Cada vez que finaliza un año y empieza el nuevo encontramos personas con grandes o pequeñas nostalgias por lo que pudo o no ser, lo que hace de las fiestas de fin de año momentos, días o semanas de dolor.

Y qué de los tiempos de inscripción de niños en la escuela, madres llenas de vergüenza con sus pequeños de la mano pues tendrán que reconocer posiblemente que el pequeño hijo no tiene el apellido del padre y mucho menos los recursos suficientes para iniciar un ciclo escolar.

Vaya que esto es triste para ambos, solo traen a memoria aquel momento en que fue engendrado. Talvez es fruto de una violación o de fornicación o de un triste adulterio, quizás del abandono de un padre ingrato, egoísta, machista, violento, irresponsable, falto de conciencia. Encima tiene que enfrentarse a las miradas acusadoras de la gente que las conocen haciendo sentir a los pequeños, condenados. Parece que el futuro será cuesta arriba.

Viene a mi mente una palabra que es luz y esperanza para quien le crea al Señor. En Jeremías 29.11 dice: Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de bien y no de mal, para daros el fin que esperáis. Y lo que dice en Hebreos 7.20-21. En aquel tiempo nació Moisés y fue agradable a Dios y fue criado tres meses en casa de su padre. Tres meses tan sólo tres meses pues corriendo peligro de muerte por la asechanza del rey Herodes, la madre de moisés lo coloca en una cesta y luego sobre el río Nilo para salvarlo y rescatado por la hija de Faraón, Moisés llega al Palacio.

Como entender Ser agradable a Dios y ser quitado de sus padres por una u otra razón. Si tan solo pudiéramos entender que Dios en varias ocasiones necesita de un hombre y una mujer para darle vida a aquel que será agradable a su corazón y para quien ya tiene un propósito.

Si, Moisés sería el libertador de su pueblo y Dios le permite pasar por una gran escuela para que tuviera la madurez.

Cómo te está preparando El Señor para los planes que tiene para ti. Vas a seguir llorando y lamentándote, o vas a creerle a Dios y a Su Palabra. El es el verdadero Padre. Somos importantes para El pues somos hijos de su deseo y no de voluntad de varón ni de la casualidad. Amén.

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