jueves, 4 de febrero de 2010

El Señor derribará a nuestros enemigos

En Lucas 9.58 está escrito: “Más el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza.” Este verso me inspiró a escribir en este espacio pues, ahora somos ese cuerpo donde Jesucristo pone su cabeza y delega así su autoridad sobre nuestros hombros para nuestra vida personal y ministerial con el fin de que Su Plan de Salvación y Redención llegue a todo pecador. El es la Cabeza, nosotros el cuerpo, Su Iglesia. (Colosenses 1.18)

Desde el principio de la humanidad Dios establece en Génesis 3.15, que habría un enemigo de esa Cabeza que mordería el talón del pie de Su Cuerpo; lo que se traduce al impedimento que pone Satanás para que el evangelio (pies) no llegue a todo el mundo, pero que Dios ya decretó que de la simiente de la mujer, Jesucristo heriría en la cabeza al enemigo, lo aplastaría con su pie; Por medio del Evangelio y La Palabra, así Dios ha prometido herir la cabeza de nuestros enemigos (Salmo 68.21) y vemos cómo David con la unción dada por El, hiere a Goliat en la cabeza con una piedra (la Palabra) y con él, caen todos los pensamientos de maldad contra el pueblo de Dios. Vemos a Abimelec que fue herido en la cabeza por un pedazo de piedra de un molino de trigo (Palabra) pues se había levantado contra sus hermanos, matando a los 70, causándole gran dolor a su padre. Abimelec deseaba quedarse solo para no tener competencia por el trono. Jueces 9.53 y 56.

El terrible general Sísara quien al final huye a pie, llegando a un lugar donde pide agua a una mujer, ésta le ofrece de una leche que bebía la nobleza y los hacía dormir. Sísara se adormece y la mujer toma una estaca y con un martillo le atraviesa una de las sienes.

Y qué decir de las ramas que traspasan la cabeza de Absalom; árbol que tenía vida para derrumbar a aquel que se levantó en contra de su padre, el Rey de Israel.

Es que la Palabra desmenuza los pensamientos de maldad que el enemigo pone en nuestra mente. La mente es un campo de batalla entre los pensamientos de bien de Dios y los pensamientos de mal del enemigo.

Dios ha decidido que este 2010 sea el tiempo de liberación para toda mente cautiva por cualquier inmundo que haya robado la paz, la salud, la prosperidad, la esperanza y la fe a sus hijos.

Hoy derrama unción fresca que pudre yugos de esclavitud y desmenuza pensamientos enemigos de Dios.

El Señor hará hazañas a nuestro favor, tan solo espera en la única cabeza del Cuerpo de Cristo, el mismo Jesucristo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario