miércoles, 4 de noviembre de 2009

El alma y el espíritu


Hace unos días en un programa de radio hablaba sobre que la Palabra de Dios es como una espada de doble filo que llega a lo más profundo hasta separar el alma y el espíritu. En el tema enfocaba la forma de pensar, hablar y actuar del ser humano y de cómo cambia de acuerdo a la voz interna que escuchamos, por lo que es una bendición que la Palabra llegue a separar los pensamientos que nacen del alma de los que Dios pone a través de su Espíritu Santo, de manera que escojamos cuál nos conviene seguir.


Con esta separación lo que Dios quiere es, mostrarnos la función de la mente y la del espíritu y los pensamientos de cada uno. La mente es un conducto del pensamiento y de las emociones del alma o carne, o es un conducto del espíritu y sus planes de bienestar para nosotros. Conviene y es correcto someter el alma al espíritu.

Muchas veces nuestra mete dice que Dios no ha respondido a nuestras oraciones y es que Dios no responde de acuerdo a nuestros pensamientos. Es seguro que Dios en su sabiduría nos haya dado un no a nuestra petición, entonces no es que no haya respondido sino tiene mejores planes para nosotros que, de entenderlo tendríamos una vida de reposo y de victoria.

Hay que tener pospensamientos positivos de Dios pero no el positivismo del mundo del que hablan muchos para que nuestro espíritu tenga alimento y nuestra alma no caiga en crisis de depresión. Existen muchos libros escritos por buenos y malos autores, pero en ambos casos, al leerlos debemos de esforzarnos porque el espíritu con que fueron inspirados no influya en nuestra alma ya que el autor puede tener un espíritu vivo por Cristo Jesús o muerto sin El.

La Biblia es el libro inspirado por Dios para redarguir, edificar, transformar; por lo tanto tiene el Espíritu de Dios que va a afectar tu espíritu, dándole vida y buenos pensamientos que van a luchar constantemente con los del alma y al vencer tendremos como resultado una vida abundante.

Es pues la Palabra del Señor la que debemos atender para que el Espíritu que la inspira se haga uno con el nuestro y caminemos de acuerdo al consejo de Dios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario