miércoles, 18 de abril de 2012

Jesús, Su Reino y las doctrinas


Caminando por la calle recibí de la mano de un anciano una hoja que al leerla vi que contenía una serie de preguntas sobre un mismo tema, tema que han convertido en doctrina en una congregación o grupo religioso.
En un momento pensé lo bien documentada que estaba y al instante el Espíritu Santo me dijo: Jesús y Su Reino no son doctrina.

Jesús es El Dios viviente que salva, sana, libera y prospera. Jesús es El Redentor, el Camino, La Verdad y La Vida y nadie llega al Padre sin no es por El. El es el Gran Yo Soy, el Alfa y la Omega, El que hizo todo y para quien fue hecho todo, el Todopoderoso, y el Amigo Fiel, el Cordero de Dios, el Altísimo, El omnipotente, El que levanta mi Cabeza y en las alturas nos hace andar. Jesús el Lirio de los Valles, la Rosa de Sarón, el Ángel de Jehová, el que vendrá y no tardará.

El Reino de Dios no  es una doctrina, es el lugar donde fuimos trasladados en un abrir y cerrar los ojos, donde la luz prevalece y no hay tinieblas, donde está todo lo que Dios tiene preparado para sus hijos, es donde se vive bajo la Constitución Espiritual con sus mandatos y leyes apuntados en La Biblia por el Mismo Espíritu Santo para regir la vida del hijo de Dios.

Es el lugar donde Dios nos pone como cabeza y no como cola, donde tenemos el poder de atar y desatar, donde ganamos las batallas, donde bendecimos y somos bendecidos, donde Dios hace a su obrero digno de su salario.

Es donde están los tesoros escondidos y donde Su Palabra los manifiesta, materializándolos para que los usemos aquí en la tierra.

Entonces, Jesús y Su Reino, no son una doctrina, sino una relación.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

JESÚS Y NUESTRO FUTURO



Cuando vemos en la televisión o escuchamos por la radio de los grandes avances de la ciencia nos maravillamos de cómo hay gente capaz de descubrir grandes misterios ocultos en la naturaleza y cómo también hay gente que puede hacer buen o mal uso de ellos.

                Recientemente falleció el gran inventor, el creador de la marca Apple y sus máquinas, las que han revolucionado al mundo y marcado una era en  tecnológica importantísima. En la breve historia que escuché acerca de éste hombre, me llamó la atención oír en su juventud, sucedió lo que a la mayoría de jóvenes acontece. Ignorado e incomprendido por su padre se refugió en un amigo y en su afición, un poco loca para entonces pero poniendo toda la pasión en lo que hacía. Años después de un excelente trabajo y gran aporte a una institución  ésta lo despidió. Su pasión nuevamente lo mantuvo en pie.

                Hoy en día hay muchos jóvenes pero muchos de ellos con un presente, sin pasado pues qué les  importa y peor aún, sin futuro o bien con un triste pasado que se convierte en un eterno presente y por lo tanto no piensan ni creen en un futuro. Y es que sus vidas han quedado marcados por haber sido soltados en el principio de sus vidas, dejándolas caer al suelo donde muchos los pisotearon y por han caminado lisiados, siendo la burla para muchos como sucedió a Mefiboset.

                Si, Mefeboset, un muchacho, el joven nieto de un rey que por los desaciertos de su abuelo y de su padre quien decide morir al lado del padre es rescatado a la ligera por la servidumbre quien lo dejó caer, acción que lo paraliza de las piernas y manteniéndolo en el anonimato hasta que un día resplandece la justicia de Dios y aquel rey que había derrotado al abuelo de éste y había prometido a su Padre Jonatán cuidar de sus hijos envía a buscar a Mefiboset para darle la oportunidad de vivir en el palacio y sentarse en mesa de sus príncipes que era el lugar que Dios le había preparado.

                Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre y es el Rey de reyes que pone delante de tus ojos el camino del bien y del mal, de éxito o de fracaso, de odio o de perdón, de pobreza o de prosperidad, de salud o enfermedad, tinieblas o luz; escoge, dice el Señor.

                Tal vez no seas el inventor de Apple y sus sistemas pero Jesucristo ha prometido que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece y pone delante de ti la oportunidad de entrar por la puerta de la vida eterna y dejar atrás la puerta de muerte eterna sabiendo que las puertas que El abre nadie las puede cerrar y las que él cierra nadie las puede abrir.

                Invita a Jesucristo que sea El rey y Señor de tu vida y El te trasladará a Su Reino.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

El Silencio de Jesús



En el verso 1 del capítulo 4  del libro de Mateo, la Biblia nos habla del silencio de Jesús durante aquellos cuarenta días en medio del desierto bajo el ardiente sol, el frío estremecedor, la soledad y lo peor, la voz tentadora y perversa de Satanás.

Nos dice también en los versos 7, del capítulo 53 del libro de Isaías cómo Jesús fue a la cruz angustiado El, y afligido, no abrió su boca, como cordero fue llevado al matadero y como oveja delante de sus trasquiladores enmudeció y no abrió su boca.

También dice del silencio que hubo después que la tierra gimiera entre truenos y temblores ante la presencia de las tinieblas y el silencio de Jesús en la cruz en el Calvario pues con su “Consumado es”, había entregado su Espíritu de Padre y su cuerpo a la tumba fría a esperar en silencio el tercer día glorioso de su resurrección.

Jesús sabía del propósito de su paso por la tierra lo que le hizo vivir pleno y lleno de amor y morir de la misma manera.

Ahora me pregunto: Conocemos el propósito de nuestro paso por la tierra?  Pues aquel día que decidimos creer Su Palabra fue fruto del silencio de Jesús; nuestra salvación, nuestra sanidad, nuestra liberación y prosperidad son fruto de Su Silencio; nuestros diezmos, ofrendas y servicio es fruto de su silencio; el amor a mi familia y de mi familia, sus victorias y mis victorias son el fruto de su silencio; mi esperanza, mi confianza y mi fe son fruto de su silencio, mis dones, revelaciones, sueños y promesas son fruto de su silencio; mi caminar, mi fortaleza, mi seguridad, mi perseverancia es fruto de su silencio, mi vida, mi ser, lo que no tengo y lo que tengo son fruto de su silencio.

Mi pasado, mi presente y mi futuro son fruto del silencio de Jesús.
Hoy tu vida y la mía hablan por el Silencio de Jesús. Gracias mi Dios.

martes, 11 de octubre de 2011

LA ESCUELA DEL ALMA


Constantemente estamos escuchando temas o conversaciones sobre lo que está o no bien en cuanto a la forma de vida de las personas de este tiempo. Es muy difícil que las personas comprendan que la vida de los cristianos no puede ni debe parecerse en nada a la vida de aquellas que no conocen a Jesús y más aún a la vida de un nacido de nuevo con el espíritu vivificado por el Espíritu de Dios.

Sin embargo hoy los cristianos están en peligro pues el diablo trabaja para confundirlos haciéndoles creer que muchas de las costumbres, actitudes y actividades del mundo son lícitas para ellos y que no se peca por tener pensamientos modernos pues el evangelio es tradicional.

Vemos con gran preocupación la cantidad de matrimonios cristianos destruirse como cualquier otro, parejas de jóvenes caminar con yugo desigual y queriendo imitar al mundo adoptando la unión libre pues ahora es moda. Los padres de familia callados muchas veces aceptando al mundo en el hogar total, dicen, en sus tiempos de juventud también fueron infieles, adúlteros, desleales; errores o pecado que darán a los hijos días, meses y años de gran dolor y sufrimiento.

El comentario de muchos es qué hacer, si unos dicen que esto es bueno y otros que no. La Palabra del Señor es para todos los tiempos y no cambia. La Biblia sigue siendo la Constitución para todos los que quieran vivir en el Reino de Dios y obedeciendo al  Rey. En ella está el consejo oportuno para los hijos del Rey.

La escuela es el lugar al que asistimos para aprender y dejar la ignorancia en la que se llega y por años  se trabaja en los contenidos para que aprendamos y mejor aún para que alcancemos madurez.

La iglesia es la escuela del alma.  Somos y llegamos ignorantes a ella. Ignorantes de las cosas de Dios, de las cosas de Aquel quien nos llamó de las tinieblas a Su luz admirable, ignorantes de quién es El.

Dejémonos enseñar por Su Santo Espíritu y no pretendamos que la Iglesia, que la escuela se adapte a los individuos, al mundo y sus corrientes. Entendamos que Dios y Su Palabra es la misma ayer, hoy y por siempre.

El mundo camina en un proceso de deterioro hasta el colapso. La iglesia camina en un proceso de restauración hacia la altura del Varón Perfecto, Jesucristo Nuestro Señor. Escrita está la Ley de Su Espíritu. Todo me es lícito, pero no todo me conviene.

martes, 13 de septiembre de 2011

ERES IMPORTANTE PARA EL SEÑOR


Qué buena noticia para ti que has dejado de orar. Para ti que decidiste calla porque pensaste que Dios no te escuchaba, que no lograbas acercarte confiadamente hasta Su Trono de Gloria pues no sabías cómo hacerlo. Sí, para ti, que creías que tu oración, peticiones y súplicas se las llevaba el viento y hoy estancado, sin esperanzas has perdido la fe.

Al principio de este año los profetas del Señor anunciaron que éste era el año del principio del cumplimiento de las promesas del Señor, principio del tiempo de restitución, de respuestas, tiempo de honra para Sus Hijos. Principio de una nueva temporada y si lo escuchaste y lo creíste, ¿qué pasa pues?

Afortunadamente hay testigos de éstas promesas de Dios pero, desafortunadamente Satanás también lo escuchó y no descansará hasta hacerte sentir o creer todo lo contrario a la Palabra de Dios.  No descansará en ponerte obstáculos para confundirte y desanimarte hasta que renuncies a las promesas de Dios.

Más, como eres importante para Dios, que habiendo entregado a su único hijo por tu Salvación, ha prometido concluir la obra que empezó en ti, creando y desarrollando alrededor de ti el ambiente, las condiciones para que puedas caminar con tu ser lleno de amor y de pasión por El y por las cosas de Su Reino, de tal manera que vivas para él.

Por esto no podemos ignorar o ver con indiferencia las múltiples acciones que Dios pone a nuestro favor y el Señor que es Fiel, abrirá tus ojos, oídos y todos tus sentidos porque es el tiempo de ver cosas que ojo no vio y oír cosas que oído no oyó.

Puedes empezar a platicar y a tener amores con Jesús, pues El no ha quitado su ojo de ti y te tiene preparada mesa para que comas; siéntate y reposa, escúchalo pues respuesta hay para ti.

domingo, 28 de agosto de 2011

El favor del Señor



Todos los días al acostar o en momentos de reposo podemos declarar el amor y fidelidad de Dios. Muchas veces también al sentarnos o acostarnos nos sentimos confundidos por lo que nos aconteció o por lo que dejó de acontecer y tenemos que quedar callados, frustrados, confundidos y muchas veces enojados. Si, enojados al extremo de pelear con el mismo dios. Pareciera que creemos saber más que El Señor.

Cómo entender en estos momentos que sus pensamientos no son nuestros pensamientos y que sus pensamientos son de bienestar para nosotros y no de calamidad para que alcancemos el fin que esperamos. Parece que lo que vivimos en nada se parece o coincida con estas promesas.

Es bueno reflexionar sobre todas las veces que El Señor nos ha sorprendido cuando al pasar de los días, aquello que no te resolvió, aquello que creíste no te escuchó o no respondió, era justamente porque no te convenía y con aquel silencio el Señor solo nos evitó que camináramos hacia la trampa de un malvado o hacia los planes de maldad que el enemigo maquina contra los hijos de Dios.

Cómo poder entender que aquel acenso  laboral que habías soñado pudo ser una trampa y por eso delante de tus ojos se cerró la puerta y otro se sentó en “tu lugar”. Dónde está nuestro Dios es la pregunta. Pero luego al pasar unos pocos días, semanas o meses tal vez nuevamente tus ojos se sorprendan porque delante de ti sale a luz la verdadera treta de aquellos de los cuales te libró tu Dios y solo puedes dar gracias de que aunque Dios parecía en silencio estaba trabajando a tu favor.

Si, es su promesa, pasar por agua sin anegarnos y pasar por fuego sin quemarnos y El siempre va a cumplir. Es tiempo hoy, de no pasar por alto el accionar de Dios a tu favor y verás que cada vez serán mejores sus favores.

El es quien pelea tus batallas, tú solo escóndete bajo su manto, pues mi Dios no va a fallar.

lunes, 13 de junio de 2011

Jehová responde al sincero


Hace algunos días hablando con un siervo del Señor, me asombraba cuando me comentaba cómo Dios a través de una profecía, le había dado las respuestas a sus oraciones que, afligido, entristecido y preocupado había hecho dos o tres semanas antes.

Lo que me asombró es que yo había pasado días semejantes a él y a través de una predicación el Señor había quitado toda carga de mi corazón. Si, ambas con temor y temblor pero con sinceridad habíamos hablado con Dios y ahora ya habíamos recibido Su Respuesta.

Esto me hizo recordar a Gedeón, cómo él había hablado con Dios, lo que tal vez para muchos religiosos resulte un absurdo, un atrevimiento, una irreverencia. En el capítulo 6 de Jueces encontramos su llamamiento y en el verso 12, dice que El Angel de Jehová llama a Gedeón, varón valiente y esforzado aunque en realidad era temeroso y de pequeña estatura y le anuncia que El estaba con Gedeón.

Gedeón lo escuchó pero, molesto y confundido, pues el ataque de los enemigos era constante, había provocado pobreza en Israel, le responde: Ah, Señor mío, si Jehová está con nosotros ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿y dónde están todas tus maravillas que nuestros padres nos han contado diciendo, no nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado y nos ha entregado en manos  de los madianitas. Y dice: Mirándole Jehová le dijo: Ve con ésta tu fuerza y salvarás a Israel de la mano de los madianitas ¿No te envío yo? Aún molesto Gedeón le responde: Ah Señor  mío ¿con qué salvaré yo a Israel? Mi familia es pobre y soy el menor de la familia. Y, como que nada empezó a pedirle señales a Dios y dice la Biblia que Jehová lo escuchaba pacientemente y mejor aún, le respondía.

No podemos quedarnos tirados o frustrados por temor a preguntar a Dios qué es esto lo que sucede. Bueno sería tomar el ejemplo de Gedeón pues para eso Dios lo ha dejado escrito.