martes, 11 de enero de 2011

Cambia mi memoria


Las cosas viejas pasaron, he aquí todas son hechas nuevas.

Cuando empezamos a caminar con Jesús esta porción resultaba exquisita al oído y nos hace caminar seguros, como hijos de Dios, hijos de luz.

Pero al transcurrir del tiempo una y otra circunstancia nos hace ver que las cosas viejas aún no han pasado y por el contrario, nos impiden caminar con gozo, esperanza y fe; y pensamos qué pasa con la Palabra, o peor aún qué pasa con Dios y sus promesas.

Escuché Palabra del Señor que seguramente El desea que sepas: Es necesario cambiar nuestra memoria. Si. Es que las cosas viejas nos hacen vivir en el pasado. Aquellas cosas que viven en nuestra memoria que nos hacen caminar en medio de temores que impiden iniciar nuevas cosas. Fracasos que estén latentes que no permiten que disfrutemos de los éxitos del presente. Pérdidas financieras de ayer que no dejan valorar las ganancias de hoy, pérdidas de seres que amamos que impiden amar y ser amados…

Necesitamos urgentemente que Dios cambie nuestra memoria. Una y otra vez sea nuestra oración: Cambia mi memoria Señor, hasta el día que veas que las cosas viejas pasaron y todas son hechas nuevas como Jesús lo ha decretado para tu vida.

Porque yo se los planes que tengo para vosotros, declara El Señor, planes de bienestar y no de calamidad, para daros el fin que esperáis. Amén.

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Cristo es mi paz

Salmo 4.8: En paz me acostare y asimismo dormiré porque tú Señor me haces vivir confiado.


Que hermosa porción que a mi vida y a la vida de muchos hijos de Dios, estoy convencida ha sostenido. Sin embargo que ha pasado con el sueño, el dormir en paz si por los médicos y farmacias desfilan hijos del Señor tratando de calmar su ansiedad y angustia.

Es que hasta el más fiel tiene momentos de duda que le quitan el sueño y vemos a Abraham y Sara con un hijo fuera de la promesa, a Moisés golpeando la roca, a Juan el Bautista preguntando si era o no Jesús el Mesías que había profetizado, reconocido y bautizado en el Jordán, aún viendo abrir los cielos y descender el Espíritu Santo sobre Jesús y oír la voz majestuosa del Padre diciendo: Este es mi hijo amado, en el que tengo contentamiento. ¡Sanntoo!

¿Cómo los hijos de Dios se olvidan tan pronto de esos momentos de relación e intimidad con el Dios Eterno y cualquier inmunducho lo hace temblar y dudar hasta perder el sueño?

Siempre, siempre la carne nos hace fallar.

Bendito sea Jesús, que no es hombre para mentir ni hijo de hombre para arrepentirse porque la obra que empezó en nosotros la va a terminar, hoy la está perfeccionando y ese es el sufrir, pero el cumplimiento de sus promesas está muy cerca y el cumplimiento de Su Palabra nos hará acostar y dormir en paz. Aleluya.

lunes, 13 de diciembre de 2010

NO ESTIEMPO DE VOLVER ATRÁS

Hace unos días asistí a una invitación que me hiciera un hermano a un hotel de esos hermosos que hay en Guatemala. En uno de sus jardines se realizaba el culto al Señor bajo una catarata, eso era delicioso. Luego pasamos al salón para la cena. En el fondo una gran orquesta que me sorprendía no saber de ella, de repente suenan las trompetas, platos, tambores y el mundo se plantó en aquel salón. Todos bailaban, reían, coqueteaban y más.

Yo había olvidado que la esposa y las hijas no eran cristianas, ¿pero los demás que eran?

Estuve el tiempo prudencia y cuando iba de regreso pensaba con pena cuán sutil y fácil es volver atrás. ¿Qué pasa, por qué el mundo es tan atractivo? Entonces pensé en el pueblo antiguo; ¿por qué suspirar por el pecado y volver a él?.

El pueblo de hoy como el de ayer vive una gran frustración. Son muchos, pero muchos los hijos de Dios que están en las congregaciones pero su corazón está abatido, cansado, desconsolado, sin fe y temen no poder seguir caminando en el Reino de Dios.

Las promesas del Señor dónde están; las dificultades familiares, laborales, congregacionales se han multiplicado y los problemas son mayores que en Egipto y de una u otra manera están coqueteando con el mundo.

¡Cuidado! No vivas más solo con tu frustración. A tu lado aún está Jesús y está dispuesto a escucharte. No importa cuál sea hoy tu condición, háblale de tu cansancio, temores y dudas, de lo difícil que te resulta ver la prosperidad de los malos mientras tú recibes vergüenza tras vergüenza, al confesar sus promesas y no te llegan.

Jesús te conoce en todo y no te acusa y sería muy triste que en silencio dieras la vuelta suponiendo que Jesús no te escucha o te castigara por tu confusión. Hoy más que nunca El Espíritu Santo ha anunciado que es el tiempo del cumplimiento de promesas, tiempo de honra para aquellos que han sido burla por esperar en El. Jesús no es hombre para mentir y adereza mesa en presencia de tus angustiadores.

Jesucristo espera que le hables con sinceridad, no importa si entre lágrimas y dolor; El es tu amigo fiel, el que ha entregado todo para que a ti no te falte nada. No dudes más de Su Palabra.

Háblale y él te responderá. No es tiempo de volver atrás.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

LA CORRIENTE DEL ESPÍRITU SANTO

Muchas veces hemos escuchado el consejo de algunos pastores que enseñan la necesidad de respetar los diferentes mensajes de pastores y no digamos, sus ministerios, pues el respetar sus unciones nos permite recibir y disfrutar lo que el Señor les ha dado.

Desafortunadamente hay muchas personas estancadas a causa de no dejarse llevar por el río del Espíritu Santo, por no recibir las revelaciones nuevas dadas a sus siervos.

Esto provoca tristeza, frustración y hasta caída de muchos hijos del Señor pues a su alrededor ve cómo muchos de sus hermanos prosperan, caminan como la luz de la aurora y ellos con las mismas necesidades de hace mucho tiempo atrás.

El saber posicionarse en el fluir del río del Espíritu Santo a través de los diferentes ministerios trae a la vida maravillosas consecuencias.

Dios nos ha prometido que el caminar del justo es como la luz de la aurora que va en aumento… y que la obra que él empezó en nosotros la terminará. (Filipenses 1.6) pero en ese caminar del justo como en el terminar su obra vamos a vivir un proceso y un desarrollo en donde lo que nos corresponde hacer es renovar nuestro entendimiento para estar aptos para que Dios nos pueda meter en el fluir del río de Su Espíritu y veamos y vean los demás que nuestra vida espiritual y material va en aumento, que se va perfeccionando hasta que El concluya Su obra en nosotros.

No podemos seguir criticando, menospreciando o rechazando las emociones que nos permiten vivir las diferentes temporadas que nos sacan del estancamiento metiéndonos en el fluir del río del Espíritu Santo.

Ya no es posible seguir viviendo como viven los que no conocen a Jesús o aún en peores condiciones por no dejarnos meter en Su río, en Su corriente.

El Señor nos ha anunciado que vienen tiempos mejores para sus hijos, pero si no vas en Su fluir, en Su río quedarás sin vivir Sus promesas.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Dios no hace acepción de personas


Platicando hace algunos días con varios hermanos jóvenes y maduros en la fe; hablábamos sobre los temores que experimentamos en el momento de ministrar la Palabra del Señor y de las dudas que surgen sobre cómo lo hicimos, si lo van a recibir o no aquellos que escuchan o leen el mensaje.  Vino a mi mente aquella poción  en 2º Reyes 5 que habla de Naamán, jefe de ejército muy estimado y favorecido por el Rey de Siria, pero tenía lepra.

Dice la Biblia que una niña que era su esclava le sugiere que visite al profeta Eliseo pues, ella lo conocía y tenía la certeza que lo podía sanar.  Naamán obedeció y fue a buscarlo. Al estar frente a la casa de Eliseo, Naamán con su carro y sus caballos esperaba ser atendido por el profeta pero este envía a su sirviente, quien traslada el mensaje de que fuera y se lavara siente veces en Río Jordán y su cuerpo quedaría limpio de lepra.

Naamán se enfureció. El se sentía tan importante y cómo era que el profeta no lo había atendido y luego todavía le indicaba que se metiera en el río sucio y siete veces, cuando había otros ríos hermosos y para su condición de jefe de ejército.

Naamán se fue de allí pero sus criados lo animaron a obedecer y ciertamente, después de sumergirse siete veces en ese río sucio del Jordán, fue limpio de la lepra. Naamán quiso recompensar a Eliseo pero éste no quiso recibir nada, lo que provocó la gratitud de Naamán hacia Dios prometiendo nunca más adorar a otros dioses sino solo al que lo sanó.

Es muy importante notar que Dios va a hacer llegar su Palabra por cualquier medio y tanto el que predica como quien escucha jamás puede ni debe cuestionar la Palabra de Dios porque si una porción no encuentra acomodo en tu corazón lo hará en otro.

Dios no hace acepción de personas ni para recibir Su Palabra ni para predicarla. Tu milagro depende de tu fe y tu humildad para recibir su Palabra.

Jesús sacia tu hambre


Muchos hijos de Dios desde hace algunos años viven en conflicto en su alma. Resulta que fueron enseñados en tiempos pasados que el hijo de Dios no tenía derecho de pedir nada al Padre y que sólo debería esperar lo que El quisiera dar (como limosna) pues era un pecador indigno.

Por otro lado se escucha en este tiempo a siervos del Señor que hablan de pedir al Padre todo lo que haga falta y de cómo El concederá los deseos, anhelos y sueños de nuestro corazón; y han pasado los años y el corazón del hijo de Dios está triste, frustrado, desesperanzado..pues mira lo que Jesús dice en Marcos 8.1-9 (lee)  Que bueno que Jesucristo es el mismo de ayer, hoy y por los siglos, y aquella compasión que sintió por aquellos que los seguían por hambre espiritual, es la misma que siente por ti y por mi hoy.

¿Hace cuánto caminas con Jesús? ¿Hace cuánto que lo escuchas? Pero, ¿Hace cuánto que  tienes hambre? ¿Hace cuánto que estás en pobreza y escasez? Jesús dijo y dice… Tengo compasión de la gente porque ya hace tres días que están conmigo y no tienen que comer.

Seguramente Jesús los veía llenos de Su Palabra, con rostros resplandecientes ante su presencia, llenos de ilusión y expectativa pero, como El es perfecto, no podía ignorar que tenían hambre y sed pues en aquellas tierras desérticas no podían conseguir ni agua ni comida;  como hoy solo Jesús tenía la salida; llamó a sus discípulos para saber con qué contaban pues Jesús siempre nos va a preparar y multiplicar de lo que tenemos, no importa lo que sea, eso será el punto de partida del Señor pues siempre tenemos algo, sólo queda ponerlo delante de El. (Marcos 8.5), y tenían 7 panes y 7 peces.

Esta enseñanza es una de las que nos permiten conocer el deseo de Jesús. El desea que seamos prosperados en TODO para que no desmayemos en nuestro caminar junto a El. (Marcos 8.3) y responde a nuestras necesidades y deseos.

No es casualidad que fueran siete panes y siete peces. Justamente son siente los días de la semana y así nos profetiza que El está dispuesto a saciarnos cada día de la semana así en el espíritu, en el cuerpo y en el alma, solo hay que permanecer junto a El.

Dios nos hizo tripartitos y nunca descuidaría ninguna de las partes de nuestro ser. Podemos desmayar si no tenemos Su respuesta por eso es que nuestro milagro está cerca.

El es fiel para sostenernos. A El sea la Gloria por los siglos de los siglos, amen.

domingo, 21 de noviembre de 2010

¿Qué tienes en tu mano?


¿Qué tienes en tu mano?

Dios ha prometido que vienen tiempos mejores para sus hijos y por Su Espíritu esta verdad se sella en nuestro espíritu y nos levanta en esperanza y en fe.

Puede ser que en este momento estés pasando el momento más oscuro de tu vida, en medio del frío de la soledad, de lágrimas de tristeza, desesperación e impotencia, de abandono u olvido de todos aquellos a los que has amado y piensas con impaciencia, cuándo, cuándo llegará el cumplimiento de esta promesa.

¿Qué hay en tu vida que Dios no pueda transformar?
Aunque pienses que nadie puede hacer nada, que es muy cierto, Dios está dispuesto a cambiar tus tiempos malos y hará lo imposible para ti.

Ahora reflexiona por un momento y mira ¿Qué tienes en tu mano?
Moisés cuando era perseguido a muerte por el faraón tuvo una vara y con ella abrió el mar y pasó al otro lado sin tener siquiera que pelear contra él.

Abraham solo tenía a Isaac, lo presentó delante de Dios y El lo hizo padre de naciones.

Los discípulos solo contaban con siete panes y siete peces que llevaron delante de Jesús y dieron de comer a una gran multitud.

La viuda con su poco de aceite presentado, recibe vasijas y vasijas de aceite para mucho tiempo.

¿Qué es lo que tienes en tu mano? Por pequeño que te parezca, Jesús lo puede multiplicar y prosperarte.

Una vez yo comprendí esta verdad y en medio de la aflicción Dios me dijo esta frase tan sencilla y yo le respondí: lo único que tengo es mi casa. La presenté delante de El y a los pocos días el Señor me prosperaba a través de e ella y aún me anunciaba que un diamante de grandes dimensiones era esa casa para mi.

Sé que así es y ahora presento ese diamante delante de mi Dios, que es lo que tengo en mis manos y pronto, muy pronto, testificaré de la multiplicación que Dios hizo de lo que tengo en mi mano.

Dios es el mismo ayer, hoy y siempre y si a aquellos les multiplicó lo que tenían en sus manos, lo mismo hará para mi y para ti.

A El sea la Gloria por los Siglos. Amén.