jueves, 26 de noviembre de 2009

Jesús sobre la herencia generacional


Cómo pasan los días, las semanas y los meses. Los años se van como agua entre los dedos. Esto me hace pensar sobre los aciertos y desaciertos que hemos tenido durante la vida. Inmediatamente me vino a la mente Salomón pues, como él mismo escribe, nada nuevo hay debajo del sol y los errores que hoy se cometen son casi los mismos de ayer.

La Biblia nos dice que cuando Salomón llegó al trono en lugar de su Padre David lo que le pidió a Dios fue sabiduría pues se consideraba temeroso, talvez incapaz de gobernar por su timidez.

De David, padre de Salomón, dice la Biblia, era conforme al corazón de Dios, sin embargo la Palabra de Dios también dice que David no tuvo el privilegio de levantar el templo a Jehová, a causa de la sangre que había derramado. Este privilegio Dios se lo concedió a Salomón y así lo hizo.

Pero Salomón en el transcurso de su vida se vio involucrado en adulterio, idolatría, decepcionó a sus súbditos por la desobediencia a Dios y sus mandamientos, de tal manera que mientras David llevó el Arca del pacto al mismo patio de su casa, Salomón por pasión a una mujer pagana, levantó el templo a los dioses de aquella mujer; además cuando David cometió un adulterio del que se arrepintió profundamente, salomón cometió mil adulterios al extremo de dedicarse grandes temporadas a las pasiones olvidándose del gobierno; también David escribió Samos de alabanza y adoración a Dios y su hijo Salomón, escribe en Eclesiastés las reflexiones de su vida y podemos percibir allí su frustración y decepción al llegar a viejo y darse cuenta que en vano fue tanto afán. Al final se quedó solo pues perdió la esencia del matrimonio y la sexualidad.

Ahora, ¿Qué nos enseña esta pequeña reflexión? Sino lo que Dios nos aconseja; atender lo que ha quedado escrito en su Palabra como ejemplo para que no nos acontezca cosa igual.

¿Qué hacer entonces cuando las herencias generacionales afectan negativamente nuestra vida física, moral, económica y espiritual, con efectos multiplicados como le sucedió a Salomón?

En Lucas 4.8 hay una porción llena de amor y poder que hace que levantes tus ojos, manos y corazón a Dios. Jesús dice: he sido enviado a sanar a los quebrantados de corazón, a pregonar libertad a los cautivos, a poner en libertad a los oprimidos. Solo nos queda creerle al Salvador y recordar 2ª. Corintios 5.17: De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Aleluya.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Dios siempre está en tus asuntos


Hay momentos en la vida de los hijos de Dios que se sienten confundidos pues, procurando agradar al Señor, resulta una serie de circunstancias que están muy lejos de ser el cumplimiento de sus promesas.

Asustado, sorprendido y sin saber qué más poder hacer, ves claramente las manos de satanás sobre tu vida, sus tinieblas te rodean con enfermedades que parecen sin salida, escasez que te aflige al extremo de involucrarte en deudas que te hacen sentir preso o cautivo, problemas familiares que nunca antes habías tenido. ¡Ya no sabes qué hacer! No sabes cómo orar pues, parece que mientras más oras, más te hundes en la angustia pues nada sucede a tu favor. Sin embargo has permanecido fiel en la obra del Señor y sirviéndole, haciendo cosas inusuales que provocan más la ira del enemigo. Sigues fiel en tus diezmos, ofrendas, siembras, predicando su Palabra porque siempre has creído y obedecido lo que Dios dice en Su Palabra.  Pero Dios que no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirse de lo que te ha prometido hoy te dice: VENGO CON JUSTICIA SOBRE LA INJUSTICIA, SOBRE TU VERGÜENZA, SOBRE LA ENFERMEDAD, SOBRE LA DIFAMACIÓN EN TU CONTRA porque yo siempre he estado en tus asuntos y NO PERMITIRÉ MÁS INJUSTICIAS SOBRE TU VIDA. Los cielos declaran Su Justicia (Salmo 50.3-6)

Hoy te recuerdo que Dios no es injusto para olvidarse de lo que has hecho para su obra y para sus hijos ni de tus pactos. (Salmo 50.5) Si bien es cierto que hubo un momento en el que Elías corrió asustado y confundido a esconderse de la persecución de Jezabel, cómo Elías no entendía dónde estaba su Dios?; Que David huyó a la cueva y por las mismas razones, la persecución de Saúl, huyó a la cueva haciéndose el loco, De igual forma José no entendía en momentos cómo por las calumnias de la mujer de Potifar fue afligido en la prisión y tampoco lograba ver a su Dios; también es cierto que llegó el día en que Dios se levantó en justicia y aquellos hijos fieles que un día fueron humillados, perseguidos, burlados, mutilados y olvidados, fueron exaltados por El.

No olvidemos, Dios está siempre en nuestros asuntos, Gloria a Mi Señor.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

El alma y el espíritu


Hace unos días en un programa de radio hablaba sobre que la Palabra de Dios es como una espada de doble filo que llega a lo más profundo hasta separar el alma y el espíritu. En el tema enfocaba la forma de pensar, hablar y actuar del ser humano y de cómo cambia de acuerdo a la voz interna que escuchamos, por lo que es una bendición que la Palabra llegue a separar los pensamientos que nacen del alma de los que Dios pone a través de su Espíritu Santo, de manera que escojamos cuál nos conviene seguir.


Con esta separación lo que Dios quiere es, mostrarnos la función de la mente y la del espíritu y los pensamientos de cada uno. La mente es un conducto del pensamiento y de las emociones del alma o carne, o es un conducto del espíritu y sus planes de bienestar para nosotros. Conviene y es correcto someter el alma al espíritu.

Muchas veces nuestra mete dice que Dios no ha respondido a nuestras oraciones y es que Dios no responde de acuerdo a nuestros pensamientos. Es seguro que Dios en su sabiduría nos haya dado un no a nuestra petición, entonces no es que no haya respondido sino tiene mejores planes para nosotros que, de entenderlo tendríamos una vida de reposo y de victoria.

Hay que tener pospensamientos positivos de Dios pero no el positivismo del mundo del que hablan muchos para que nuestro espíritu tenga alimento y nuestra alma no caiga en crisis de depresión. Existen muchos libros escritos por buenos y malos autores, pero en ambos casos, al leerlos debemos de esforzarnos porque el espíritu con que fueron inspirados no influya en nuestra alma ya que el autor puede tener un espíritu vivo por Cristo Jesús o muerto sin El.

La Biblia es el libro inspirado por Dios para redarguir, edificar, transformar; por lo tanto tiene el Espíritu de Dios que va a afectar tu espíritu, dándole vida y buenos pensamientos que van a luchar constantemente con los del alma y al vencer tendremos como resultado una vida abundante.

Es pues la Palabra del Señor la que debemos atender para que el Espíritu que la inspira se haga uno con el nuestro y caminemos de acuerdo al consejo de Dios.

lunes, 26 de octubre de 2009

Jesucristo el Sanador


Cuando platicamos con las personas nos damos cuenta de que el mundo está pasando diversas crisis. Como estamos en el mundo, muchas de ellas nos van a tocar, pero como no somos del mundo de todas nos va a librar Aquel que nos sacó de las tinieblas a su luz admirable; Jesucristo el Sanador.

Hace unos días una pequeña niña tuvo una tremenda quemadura que obligó a la familia a buscar la ayuda de especialistas, injertos y muchas cosas más. Pude entender su angustia y dolor. Hace unos meses mi hija, una señorita de 32 años, en espera del varón que Dios le envíe para esposo, fue diagnosticada con una enfermedad en sus manos, que no era de muerte pero sí incurable. Cuando oímos el diagnóstico sentimos un gran golpe y angustia. Salí corriendo a mi habitación y le dije al Señor: Necesito una palabra tuya que aliente mi corazón porque siento enloquecer. Encendí el televisor y mi canal cristiano apareció en él, un siervo de Dios que a toda voz, con voz de trompeta dijo: ¡Sucederá todo lo contrario al diagnóstico que te dio el médico!. Lo repitió dos o tres veces más. Me quedé sorprendida. Me parecía increíble. Yo temblaba y lloraba, pero aquella promesa se clavó en mi mente y mi corazón e inmediatamente se lo compartí a mi hija. Ella le creyó al Señor  y empezamos a declarar su promesa.

Aún así pasé cuatro días sin comer y en las noches sin dormir. Mi hija callada, atormentada y en una situación emocional similar. La cuarta noche, oí al Señor queme dijo. ¿Vas a seguir llorando y temblando? ¡Levántate y declara mis promesas!. “Sucederá todo lo contrarío al diagnóstico”.  Dí un salto de la cama, me sacudí el temor, me enojé contra el inmundo que había entrado como ladrón a nuestras vidas y por nombre lo reprendí y lo eché fuera en el Nombre de Jesús; declaré los planes de bienestar que Dios tiene para nosotros, sus promesas y cubrí con la sangre preciosa de Jesús la piel de mi hija declarándole vida y confesando que por la llaga de Jesús somos curados. Sembré creyendo en su promesa y en Su Palabra.

A los quince días, la piel comenzó a tomar color ¡Aleluya!. El Señor estaba obrando. Le dábamos gracias y seguíamos declarando Su Palabra. Por otro lado, desfilaban como nunca personas en esta afección, hasta Muere Michael Jackson, quien con todo el dinero que tuvo, nunca se pudo librar de esa enfermedad;  ¿Cómo nosotros lo estábamos logrando?; el diablo enviaba dardos de día y de noche a nuestras mentes. Pero cuando Dios habla al corazón, no hay dardos ni circunstancias que puedan borrar, destruir o anular la verdad que El ha sellado en nuestro corazón. El ya había decretado sanidad. Al mes, el 50% de la piel se había restaurado y hoy veo con gozo que aquella piel que Dios había entretejido en mi vientre, limpia, fina luce como El la hizo: Sana.

Jesucristo es el Sanador de nuestro ser completo. Ese es el privilegio de los hijos de Dios. No vamos a ser avergonzados los que en El hemos confiado y es el enemigo y los suyos los que siempre serán derrotados.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Enemigos de la fe


La fe es la herramienta para ver en lo natural lo sobrenatural que Dios ha dado a nuestro espíritu.

La fe nos anuncia que un milagro viene; ve que en lo espiritual, en lo invisible se está formando todo lo natural que esperamos para vivir aquí en la tierra. Sin embargo hay enemigos de la fe que quieren apagarla. Vemos unos de ellos:

  1. Los sentidos: Son las maneras de comunicarnos con el exterior y cada uno de ellos percibe solamente el mundo natural; circunstancias en la mayoría de veces niegan lo que hemos creído. Es necesario recordar que el hijo de Dios camina por fe y no por vista.
  2. El tiempo: El tiempo que el Señor se toma para responder a nuestras peticiones o a sus promesas nos hace creer que El se ha olvidado de ellas y de nosotros y es que realmente no reconocemos el tiempo de Dios. Lo importante es no olvidar lo que el Espíritu nos prometió, pues no es hombre para mentir ni arrepentirse y lo que nos dijo lo va a cumplir.
  3. La conciencia: La conciencia siempre está de parte de Dios. Una conciencia limpia nos permite acercarnos a Dios y creerle (fe). Lo contrario sucede cuando por el pecado, no hay conciencia limpia. Acerquémonos a Dios, confesemos nuestros pecados y El, que es bueno, nos perdona para que sigamos adelante.
  4. Los desviados: Muchos, pero muchos hijos de Dios pierden la fe porque en momentos de problemas buscan el consejo de amigos que están desviados de la verdad. Qué consejo pueden recibir?. Por ejemplo, los amigos de Job.
  5. La  ciencia: Esta dice que existe sólo aquello que se puede comprobar. Opuesto a la fe. Hay personas que creen más en la ciencia que en Dios, en un diagnóstico y en la medicina que en lo que Dios puede y quiere hacer.
  6. El legalismo: Hace que nos sintamos culpables de todo, sin serlo. Decimos que Dios no nos responde porque no lo merecíamos. Dios no responde a la necesidad humana; no habría pobres ni enfermos, en hospitales ni orfanatorios, etc. El responde a nuestras confesiones de fe porque oye que le creemos; a la declaración de Su Palabra porque El cumple lo que Escrito Está, a la siembra porque el que siembra, cosecha.
  7. Los prejuicios: muchas veces queremos que Dios responda a nuestros planes, a nuestra manera y en nuestro tiempo. Como nada sucede, perdemos la fe. Dios es soberano y hace las cosas cuando quiere, y a la manera que El quiere.
  8. Los supersticiosos: Confunden la fe con superstición. Quieren acercarse y acercarnos a Dios con sus rituales paganos o de hechicería usando el nombre de Jesús, lo que resulta abominable a Dios y nunca responderá.

Es necesario renovar la mente y el entendimiento. Sin fe es imposible agradar a Dios.

martes, 6 de octubre de 2009

Descansando en El



Hay un coro que toca mi corazón porque dice lo que mi mente y mi corazón muchas veces han experimentado. Dice: Esperar en ti, difícil se que es, mi mente dice no, no es posible; pero mi corazón confiado está en ti, tú siempre has sido fiel, me has sostenido. Y esperaré en la tormenta que aunque tardare tu respuesta, yo confiaré en tu providencia, Tú siempre tienes el control.

En el libro de Salmos, en el 142 podemos leer como David, aquel varón conforme al corazón de Dios, expone su corazón delante del Señor para expresarle la angustia por la cual estaba pasando. (Te sugiero que lo leas)

Podemos notar cómo su mente declara todos sus temores pero también cómo su corazón permanece confiado en las promesas y pacto de Dios.

Parece que así es el vivir del hijo de Dios porque cómo sacar de lo profundo la fe que Dios ha puesto en nosotros y que ha ido aumentando y desarrollándose en nuestro caminar para hacer de nosotros hijos e hijas maduros.

Muchas veces nos equivocamos pensando que las batallas, problemas o resistencia viene de satanás y los suyos, pero unas veces será el mismo Dios que quiere sacar de nosotros todo el potencias que ve en nosotros, pues somos reyes y, como David, debemos ser preparados y adiestrados para vivir como reyes.

Pero ¿Por qué Dios nos hace pasar esos momentos tan difíciles? El nos ve vencedores, El es un Padre amoroso y responsable, que confía en ti y en mí. El sabe que podemos vencer todo obstáculo y nos da Su Nombre y Su Palabra para que en Su Nombre y en Su Palabra alcancemos la victoria.

Si bien es cierto que dice Su Palabra que el que pelea contra nosotros, El no esta con ellos y que delante de nosotros caerán, también es cierto que el no es un padre que defiende lo indefendible, haciéndonos cobardes, inútiles y pusilánimes.

El nos conoce, sabe qué podemos hacer, qué podemos alcanzar y adiestra nuestras manos para la batalla.

No tengamos más temor, El no nos deja avergonzados, antes meterá su mano para sacarnos del hoyo o del fango donde habíamos caído, porque El, que empezó la obra en nosotros, la va a terminar. Puedes descansar confiadamente que El no te va a fallar.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Espera en El y El hará



En el capítulo 19 de 2º. Crónicas habla del Rey de Judá, Josafat, de cómo su corazón íntegro y dispuesto para adorar a Dios, le permitió gobernar y guiar a sus líderes en justicia y paz para el pueblo de Judá; así como tener la autoridad para quitar las imágenes de Asera de aquella tierra donde reinaría.

Sin amargo en el capítulo 20 leemos como hubo un momento en el que el temor invadió el corazón de Josafat ante la noticia que los pueblos cercanos con los que nunca había tenido pleito ahora se levantaban y venían en contra de él.

Afligido, confundido, temeroso corrió y postrándose humilló su rostro delante de Jehová para consultarle. Pregonó ayuno a todo Judá y luego se puso de pie y frente a la asamblea de Judá empezó a declarar a toda voz los atributos y maravillas de su Dios, de todo lo que de El y en El creía y confiadamente y públicamente le dice a Dios:

¡Oh Dios Nuestro!¿No los juzgarás tú? Porque en nosotros no hay fuerzas contra la grande multitud que viene contra nosotros; no sabemos qué hacer, pero nuestra confianza está puesta en ti.

Cuántos corazones se sienten como el de Josafat porque estas sufriendo la opresión de los enemigos por todos lados, sintiendo un caos en tu vida, todo lo ves desordenado, las tinieblas te invaden y no te permiten ver la salida y no sabes que hacer.

Has buscado el rostro y la voz del Señor sin encontrar respuesta; mas el Señor que está contigo hoy te dice: No temas, ni te amedrentes delante de esta multitud, porque no es vuestra la guerra sino de Dios. No habrá para qué pelear vosotros este caso, paraos, estad quietos y ved la salvación de Jehová con vosotros.

El Señor tiene la estrategia para vencer a nuestros enemigos; sus planes de maldad se volverán contra ellos y serán confundidos. Hoy como Josafat, demos adoración y alabanza a Dios por la victoria que nos ha dado ya y por la honra que recibiremos frente al adversario porque todos verán que no somos avergonzados los que hemos confiado en Jesús. Amen.