jueves, 24 de septiembre de 2009

El no te va a fallar

Muchas veces los hijos de Dios se sienten en medio de un gran desierto y es que han pasado por una serie de situaciones difíciles que les hacen cuestionar quiénes son verdaderamente y es que equivocadamente hemos creído que somos intocables, que no nos pasará nada.

Pareciera que nos cuesta aprender porque está bien en el que es nuevo en la fe que aún desconoce la forma en que el Señor nos promueve al nivel superior se desconcierte, pero el maduro debería recibir con sumo gozo el examen para ascender.

Sin embargo sentimos que el cielo se nos viene encima, que Dios nos ha abandonado o que ya no nos escucha. El alma se llena de temor, angustia, desconcierto y duda.

Dios nos ha dejado un ejemplo muy claro en una mujer que está en el tiempo de dar a luz. Ciertamente días antes, meses han estado en una incertidumbre, (desierto) pensando que será lo que habrá de pasar y de que no es mucho lo que puede hacer para el momento mas que esperar confiadamente.

De lo que sí está segura es lo que espera. Esto la hace caminar con fuerzas, ilusiones y amor. Aún sobrellevando el sufrimiento en su salud, sueña en su regalo y en el tiempo del cumplimiento de lo establecido por Dios.

Cuando inició el proceso, muy pocos lo pueden creer, por meses Dios trabaja en medio de la obscuridad. Sin embargo hay señales, como el vientre creciendo que nos anuncia la promesa de Dios y que el cumplimiento de su promesa se acerca.

Hoy mas que nunca no debes permitir que los dolores y problemas del mundo invadan tu corazón de incertidumbre, porque si bien es cierto que los hijos de Dios no estamos libres de pasar grande problemas, también es cierto que Dios peleará por ti y siempre saldrás victorioso.

No hay victoria sin batalla y no seremos avergonzados los que hemos confiado en El.

Declara en todo tiempo la verdad de su Palabra y el Espíritu Santo te recordará los pensamientos de bien que tu Padre Celestial tiene para ti.

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