jueves, 24 de septiembre de 2009

No estamos solos

Días atrás escuchaba a un gran siervo del Señor que con mucha preocupación, con mucho descontento le preguntaba a los pastores y al los profetas qué estaban haciendo en estos difíciles momentos para alentar a los hijos de Dios que hoy se encuentran tristes, decaídos, confundidos o perplejos ante la maldad de los hombres.

Les preguntaba qué están haciendo para animar, consolar, edificar a esos hijos del Señor que están siendo burlados, avergonzados, porque los endemoniados se han volteado, queriendo destruir de cualquier forma al cristiano y lo que es peor, en ese ejército enfilan hermanos en Cristo. Qué hacen los pastores y líderes cuando hermanos se agrupan y reúnen con impíos en contra de los ungidos de Dios; no importando si es para calumniar, estafar, robar o humillar a aquellos que valen la Sangre de Cristo.

Ahora ya no solo se lucha contra Satanás, los suyos y sus planes de maldad sino contra hermanos que se esfuerzan por lastimar al Cuerpo de Cristo para que heridos rompan su relación con Dios y los dones que han recibido se debiliten, se desquebrajen, se opaquen.

Indiscutiblemente nada nuevo hay debajo del sol dicen las Escrituras en el libro de Eclesiastés porque en Isaías 42.18-22 hace una tremenda llamada de atención a los siervos por la misma situación, un pueblo saqueado y pisoteado, atrapados en cavernas y en cárceles escondidos puestos para despojo y no hay quién los libre dice El Señor: Despojados y no hay quien diga Restituid.

Por tal razón en Isaías 43 El Redentor envía su Palabra para recordarnos que no estamos solos, que aquél que nos salvó no dejará que seamos tocados; hay promesa para aquél que hoy se siente solo, abandonado, señalado, calumniado, amenazado. No temas porque yo te redimí, te puse nombre, mío eres tú dice El Señor.

Cuando pases por las aguas yo estaré contigo y si por los ríos no te anegarás. Cuando pases por el fuego no te quemarás, ni la llama arderá en ti porque yo Jehová tu Dios, el Santo de Israel, soy tu Salvador.

Si alguno conspirare contra ti, lo hará sin mí, el que contra ti conspirare, delante de ti caerá, dice El Señor. Isaías 54.15

Ninguna arma forjada contra ti prosperará y condenarás toda lengua que se levante contra ti por juicio. Esta es la heredad de los hijos de Jehová y su salvación de mí vendrá dice Jehová. Aleluya.

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