jueves, 24 de septiembre de 2009

Lo que Dios ve en nosotros

Hay una historia muy interesante que viene a ilustrar lo contradictorio, contraproducente y peligroso que resulta poner la mirada en las cosas de afuera por no conocer la historia y el interior de las personas.

Hoy en día la humanidad se confunde y desalienta aún los mismos hijos de Dios cuando ven la prosperidad de los malos, hombres y mujeres sin escrúpulos y con pocos o ningún valor ni principio moral, sin educación y que fungen como líderes en grupos o posiciones importantes de la sociedad, logrando crear un estatus sociales por lo que tienen y no por lo que son y no importando de qué manera lo han obtenido.

El temor, la confusión puede llegar al corazón de aquel que camina y actúa en el amor y temor a Dios pues la maldad y la apariencia es admirada por muchos y resulta que ahora al recto, al justo, al honrado, el que busca ser cada día mejor y agradable delante de los ojos de Dios, es visto como tonto, ignorante, ingenuo, pasado de moda y lo ven sobre el hombro todos los perversos.

Pero tengo buenas noticias para ti. Dios hace todo lo contrario. Dice en su palabra: porque Jehová es excelso y atiende el humilde y mira de lejos al altivo. (Salmos 138.6). Recordemos también cuando Dios envía al profeta Samuel a ungir al que sería rey de Israel delante de Samuel desfilaron hombres de buena figura hijos de Isaí, mas Jehová dice a Samuel no mires su parecer ni lo grande de su estatura porque Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos pero Jehová mira el corazón. (1 Samuel 16.7).

Entonces Samuel pregunta a Isaí si todos aquellos eran sus hijos, e Isaí respondió que faltaba el menor que el pastor de las ovejas y a presentarse el pequeño David, Jehová dice a Samuel levántate y úngelo porque éste es y Samuel lo ungió en medio de sus hermanos y el Espíritu de Jehová vino sobre David. (1 Samuel 16. 10-13).

No es el tiempo de poner nuestra mirada en las cosas del mundo y sus deseos sino en las promesas de nuestro Dios, que ha dejado en las escrituras para que no dudemos porque lo que ha prometido lo cumplirá. El no se olvidan de todo lo que has hecho para él y para los suyos y hace memoria de tus ofrendas. Hijo, hija, escogido o escogida eres tú y hoy es el tiempo de tu honra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario